Columnistas

Página quince: ¡Taxi!

El vocablo se lo apropió el transporte tradicional y a los ‘otros’ se les llama por el nombre de la empresa.

EscucharEscuchar

Filólogo (¿filo-loco?) al fin, me gustan las palabras. Su color, olor y sustancia, tramposos muchas veces. En sinestesia a fuego lento o crudo, da igual, todo. Y qué fascinante cómo a través de menos de tres docenas de letras y pirulos, en nuestras lenguas occidentales se crean inagotables mundos mágicos.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.