El congestionamiento es desesperante. Decenas, cientos de vehículos deben ir a paso de tortuga porque la ruta entre San José y Caldera está colapsada. No da para más.
Tanta es la presa que en el cruce de Orotina una veintena de vendedores ambulantes arriesga la vida para ofrecer bolsitas de plátano, papas tostadas o semillas de marañón entre la multitud de carros que viajan a la capital.
Tanta es la exasperación que conductores irresponsables se brincan la jardinera, invaden el carril contrario y dan vuelta en “U” para buscar una salida al caos.
Tanta es la presa que motociclistas a los que no les importa la vida se lanzan entre carros y vendedores. Es una matazón por quién avanza unos metros más rápido.
Waze también se suma al caos. Sugiere “escapar” de la carretera para “robarse” unos 300 metros de presa, pero volver más adelante al carril implica abrirse campo entre choferes tensos...
A paso de tortuga, también, va la propuesta para ampliar de dos a cuatro carriles esta vía por donde transitan unos 70.000 vehículos al día.
El Consejo Nacional de Concesiones (CNC), por cautela, o por ineficiencia, le ha dado largas al plan pese a que es una necesidad nacional. Desde febrero del 2014, hace casi cuatro años, el concesionario Globalvia propuso construir seis carriles (tres por sentido) desde La Sabana hasta Ciudad Colón y otros cuatro de allí a Orotina.
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Ya no hacen falta estudios ni consultorías para decidir si se procede: la vía está saturada, es evidente, y lo que se requiere del CNC son prontas decisiones de cómo hacerlo.
La indiferencia del Consejo tiene un fuerte impacto en la competitividad del país, en sus exportaciones, y sobre todo atenta contra el bolsillo de quienes deben malgastar combustible por quedar atrapados en las presas o porque tardan más tiempo en llegar a sus sitios de trabajo.
Esa indolencia en estos casi cuatro años es imperdonable. Si algún día se cuantificara cuánto pierde el país porque quienes deciden en el CNC se la pasan “pensando”, entraríamos en razón de cómo los burócratas atentan contra el desarrollo nacional. La vía a Caldera está a punto de reventar, o ya reventó, y ellos, “pensando”.
Armando Mayorga es jefe de Redacción en La Nación.
amayorga@nacion.com