Han surgido nuevas dudas y varias apuestas sobre la evolución y perspectivas del tipo de cambio. Las más relevantes son las del Fondo Monetario Internacional, Banco Central, economistas, banqueros y deudores.
Todas parten de una observación común: las circunstancias económicas cambiaron y son menos favorables, la política cambiaria debió ajustarse y es más flexible, las cotizaciones han venido subiendo y el Banco Central sigue perdiendo reservas. ¿Significa que el tipo de cambio no es de equilibrio y seguirá al alza?
El FMI piensa que no. Su informe dice: “a) Las reservas cayeron por el alza de la demanda de divisas del sector privado debido a la brusca caída en la prima de ahorro en colones y las expectativas de depreciación; b) el nivel de reservas aún está por encima de la métrica de adecuación del FMI; c) la posición externa de C.R. estaba equilibrada a fines del 2016, lo que se confirma con la persistente fortaleza de las exportaciones y la IED; y d) el tipo de cambio real está en línea con los fundamentales de la economía”. Su apuesta es que si se ajustan más las tasas de interés no se perderán más reservas el resto del 2017.
El Central piensa que la mayor demanda de divisas es por la caída en la prima por ahorrar en colones ( mea culpa ) y la compra “injustificada” de divisas de ciertos bancos, entre otros factores. Por eso, hace una apuesta tridimensional: más flexibilidad cambiaria, intervenir para defender la tendencia de mediano plazo y ajustar su tasa de política monetaria. Alberto Franco, economista de Ecoanálisis, nota que el colón no está desalineado y el desfase es por el rezago en las tasas de interés. Los deudores se inquietan por colonizar deudas, mientras que los banqueros, temerosos de una estampida para forzarlos a renegociar, apuestan que las tasas en colones subirán y les podría salir el tiro por la culata.
Mi visión es convergente con todas las apuestas, pero tengo una duda. No veo por qué deba seguir disparándose el dólar si no hay crisis de balanza de pagos (la devaluación responde al alza del petróleo) ni hay excesos crediticios. Pareciera que no es un problema del nivel cambiario, sino de tasas de interés, fácilmente corregible, por lo que no descarto nuevas alzas en tasas de interés para romper expectativas, frenar la pérdida de reservas y evitar que la inflación se desborde. La duda es si estamos ante falsas expectativas cambiarias o habrá especulación de grupos interesados en devaluar el colón.