El teléfono sonó mientras almorzábamos. Lo siguiente que recuerdo fue ver a mi mamá gritar: “Maldito, maldito”. Cuando colgó me dijo: “La violaron”. Mi madre se refería a una amiga de la familia que tenía 16 años, y mientras su mamá trabajaba ella se quedaba en la casa con su hermano menor.
Cuando llegamos, nuestra amiga estaba envuelta en sábanas, ensangrentada, encogida, diminuta. Afuera los policías buscaban evidencias. Notaron unos dibujos extraños hechos con tiza en la calle, por lo que la primera hipótesis se la atribuyeron a alguna práctica satánica.
Esto pasó hace unos cinco años; nunca encontraron al desconocido que decidió después de abusar de nuestra amiga, tirarle un televisor en la cara. Hasta ese momento, la violencia hacia la mujer era para mí un tema conocido pero no personal.
Una importante mayoría conocemos una historia similar a esta, y aún así parece que la dimensión de personas que están consientes de esta problemática no afecta las estadísticas.
Según el Segundo Estado de los Derechos Humanos de las Mujeres en Costa Rica del 2015, la última encuesta especializada sobre violencia contra las mujeres se llevó a cabo en el 2003. Sus resultados mostraron que el 57,7% de las mujeres encuestadas reportó haber sido víctima de al menos un incidente de violencia física o sexual en algún momento de su vida desde los 16 años. En otras palabras: de 10 mujeres, casi seis sufrieron un acto de violencia.
En la actualidad, el discurso en contra del machismo se ha distorsionado por razones como la ignorancia y por creer que las conductas aprendidas no se erradican. Estamos en una posición en la que diferenciar un cumplido de un insulto es un juicio refutable, y no siempre nos podemos detener en media acera para debatir, aunque deberíamos.
Para concientizar sobre la violencia a la mujer, el Instituto Nacional de la Mujer, Teletica, la agencia de publicidad J. Walter Thompson y la Unafut crearon un tercer marcador en los partidos de fútbol al que nombraron VCM (violencia contra la mujer).
Este marcador muestra durante los partidos de la Selección Nacional los casos de violencia que se reportan al 911, pero por lo general el 911 monitorea violencia doméstica las 24 horas.
Los resultados del segundo partido de Costa Rica contra Panamá el 17 de noviembre, revelaron 23 casos de violencia, pero 314 durante las 24 horas. En el primer partido contra Haití, se reportaron 31 sucesos y 314 en las 24 horas.
La intención de esta alianza es visibilizar la causa y sensibilizar, pero... ¿es efectiva? ¿Qué pasa con los casos que no se reportan? ¿Qué pasa los días en los que no hay partido? ¿Cuántos entienden el mensaje? ¿Vamos a dejar de ir a los estadios para manifestarnos? ¿El tercer marcador se convertirá en un morbo? No lo sé. Nadie lo puede saber.
Lo que sabemos es que el 2003 fue hace 12 años. ¿Cuántas siguen sufriendo?