27 de abril del 2011, Teatro de la Aduana, Ensayo obra 20.000 leguas del viaje submarino / caravaca (Marvin Caravaca)
Una aventura fantástica en el corazón de los océanos, con momentos jocosos y reflexiones en torno al tema de la justicia, es lo que le aguarda al público que acuda a ver
La obra de teatro se inspiró en la novela del escritor francés Julio Verne y está dirigida por la española Nina Reglero.
El espectáculo cuenta con las actuaciones de Winston W. Cummings, como el capitán Nemo; Bernardo Barquero, como el profesor Aronnax; José Montero, en los zapatos del arponero canadiense Ned Land; Jonnie Obando como Consejo y José Víquez, en varios papeles, entre ellos el capitán Farragut.
Esta nueva creación de la compañía estatal se presentará los viernes a las 7:00 p. m., y los sábados y domingos a las 3 p. m. Estos horarios de fin de semana tienen como fin darles la oportunidad a las familias de verla.
El encargado de dar muerte a la bestia de los mares es el arponero Ned Land, un aparente valiente que navegó toda su vida por los siete mares.
La “bestia” aparece y hunde al barco, dejando a la deriva a Consejo, Aronnax y Land. En medio del mar, aparece una nave desconocida que los rescata; no obstante, los tripulantes de esa embarcación submarina tienen una lengua extraña, que despierta temores en los tres y deja ver que Land no es más que un cobarde.
Al frente del submarino está el capitán Nemo, hombre que se muestra generoso con sus nuevos pasajeros y los lleva a descubrir paisajes submarinos totalmente desconocidos para ellos.
El único contratiempo para el profesor y sus amigos es que son informados de que nunca podrán dejar el Nautilus. El ataque de Nemo a otros barcos lleva a cuestionar a los tres acerca de lo que es correcto; por otra parte, Aronnax no quiere dejar el submarino para seguir descubriendo las maravillas del mar.
Al final, los tres regresan a tierra firme, sin volver a tener noticias de Nemo, mientras son recibidos como verdaderos héroes.
“Si se entretienen (los niños), luego ellos se llevarán en su cabeza ideas como qué es la justicia, por qué al profesor le interesa tanto el mundo submarino e intentarán buscar las respuestas”, aseguró la directora española.
Antes de montar el espectáculo en Costa Rica, Reglero y su grupo la montó en España. A partir de esa primera experiencia, ella está convencida que los niños de siete años en adelante captan por completo las diferentes reflexiones planteadas; en especial, el preguntarse por qué Nemo no quiere vivir con el resto de las personas o cuáles acciones de este capitán no están bien en el fondo.
Para contar esta aventura, la propuesta acude a una escenografía móvil, que los mismos actores manipulan. Con el uso de proyecciones, poleas y un poco de imaginación, la escenografía se transforma en el casco del Nautilus, en el navío de guerra Abraham Lincoln, o en el interior del submarino.