Turrialba (Cartago). El primer fin de semana no ha resultado sencillo para Anselmo Navarro, director del Festival de las Artes. Se ha tenido que enfrentar a diversos problemas, desde la carencia de vehículos para transporte interno de todo lo relacionado con la producción, hasta para encontrar como dar de comer a los voluntarios.
Pero no todo son problemas, también ha visto con mucha satisfacción como el pueblo responde a miles, a las distintas actividades; al igual que la mística con que algunos voluntarios se entregan al trabajo. De todo esto y más Navarro conversó con La Nación, la tarde de este domingo, en Turrialba, a continuación un extracto de la entrevista.
¿Cuáles son los problemas más importantes a los que se enfrentó este primer fin de semana de festival en Turrialba?
Carencia de transportes para producción, porque los procesos de convenios entre instituciones (para prestarse vehículos) se vuelven muy engorrosos. Aún no se resuelve, escribimos (en su momento) las mil cartas que hacen falta.
También el Ministerio de Cultura teniendo escobas y baldes, no me los pudieron prestar.
Además, el aumento en la demanda de servicios de alimentación para atender colaboradores que no reciben pago, como los jóvenes del Castella, edecanes, Cruz Roja, Fuerza Pública. La institucionalidad no nos permite invertir en eso.
Hemos tenido que usar donaciones de supermercados. Esto es un incendio diario (la comida y el transporte), y tratamos de atenderlo.
Igual nos preocupa la seguridad ciudadana, pero la respuesta de la Fuerza Pública es magnífica; hoy llegaron 24 oficiales más de Cartago, a cambio de darles de comer.
¿Los artistas están ofreciendo lo que prometieron, cumplieron con su oferta?
No hemos tenido atrasos, salvo hoy por el clima y por la falta electricidad (las actividades comenzaron a las 11:20 a. m y no a las 10 a. m. como estaba en el programa), fue nuestra decisión.
Los espectáculos responden a lo que esperábamos, con sorpresas, como los cabécar, a quienes no podemos ir a verlos antes, además son tan legítimamente culturales, que lo valen (que se incluyan en la programación),.
Otra sorpresa es con el espacio, no cabemos (en la zona del bulevar Jorge Debravo), ya nos llevamos algunos toldos al parque.
¿Se están haciendo correcciones sobre la marcha?
En términos de flujos de horario, estamos más o menos según lo diseñado, pero sí hay cambios por cancelación de algunos grupos; por ejemplo el grupo Suerre, que sustituyó a otros que cancelaron.
¿Hay logros importantes que destacar en la organización en este fin de semana?
Fundamentalmente mantener a la gente (producción, artistas y voluntarios) con la panza llena y con el corazón contento, y solucionar el problema en los transportes, porque nuestra productora no sé de dónde los saca (los carros) pero los saca. Tenemos solo ocho vehículos entre camiones, microbuses y pick up y automóviles, incluyendo el mio.
También el trabajo de los edecanes, una participación de jóvenes comprometidos, que llevaron sus talleres de sensibilización. Casi podría afirmar que son el mejor equipo de edecanes de festivales nacionales, que he visto en años.
¿Lo desgastó el primer fin de semana o aún hay fuerzas para llegar a la clausura el 27 de marzo?
¡Hay energía!, tememos la meta de llegar a mañana, porque viene el programa escolar que se mueve sol; eso nos da un respiro.
Teníamos mucha incertidumbre del flujo de público, sin embargo, ayer vimos que fue maravilloso. Hemos tenido el cine lleno permanentemente, ayer se quedaron 200 personas fuera; el teatro de cámara lleno; el templo de la música lleno, y el reporte que tengo del concierto de ayer (con Pato Barraza) fue de 5.000 espectadores.