¡No lo permita!

El agresor es, siempre, un débil. Un ser resquebrajado e inseguro

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En ámbitos laborales, docentes, domésticos, públicos y privados chocará usted, tarde o temprano, con la variedad de homínido conocido como “agresor”. Hay mil maneras de agredir: el aporreador doméstico, el jefe de oficina acosador, el cónyuge traidor y desleal, el colega intrigante y sordamente envidioso. Suelen ser personas profundamente infelices, pero eso no nos concierne. A nosotros solo debe preocuparnos preservar muestra integridad física y psíquica. He aquí algunas estrategias para lidiar con este tipo de primate.








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