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Mayte, Isabel y Fernanda refrescaron algunas de sus exitosas canciones en el disco Pandora de plata. El álbum, orquestado sinfónicamente, es la columna vertebral para la gira que las puso, momentáneamente, en los escenarios. ArchivoTemporal.
Que Mayte, Isabel y Fernanda están recibiendo grandes avanzadas de afecto con
Sin embargo, el éxito en los números parece no tener poder sobre Pandora. El actual
Por ahora, solo están concentradas en el mar de trabajo de la gira, que apoya un álbum del mismo nombre, creado solo para efectos de este reencuentro pasajero. De eso, habló Mayte ayer con
Estamos viviendo una época que no podemos ni creer, habernos retirado y, de repente, volver con esta gira de celebración. Adonde hemos ido, ha estado lleno; la gente contenta. Estamos sorprendidísimas, esa es la verdad.
“E ir a Costa Rica nos tiene muy contentas porque hace 19 años que no vamos como Pandora por allá”.
Fíjate que no. No. En teoría es esta celebración únicamente y es únicamente este disco (
“Las tres teníamos hecha nuestra vida ya sin la música. Claro, nos hemos dado cuenta de que la música es muy noble: te permite irte y volver y poder luego hacer otras cosas. Esta carrera es muy absorbente; tienes que estar corriendo todo el día y mis compañeras, que son madres y esposas, tienen que andar batallando con esto.”
El plan es únicamente este disco y ¡ya!
No somos tan tajantes como para decir no hay nada que nos haga volver; lo que no hay son planes ni con la compañía de discos, ni entre nosotras tres. Este disco tiene mucha vida todavía y tenemos que recorrer muchos países más... No lo hemos ni platicado; es algo que ahorita no nos preocupa.
“Aprendimos que en la vida las cosas salen solistas.”
Sí. Algunos compositores nos han dicho: ‘cómo me gustaría que cantaran esto’ y hay amigos y compañeros que nos quieren invitar a cantar una canción en sus conciertos, pero, ahorita, estamos tan llenas de trabajo que, en este instante, está un poquito complicado.
Siento superlindo. Lo que es impresionante es que dejamos de cantar cinco años y, cuando volvimos a ensayar, no hubo más que darle una vuelta a cada canción. Fue impresionante que la forma de cantar, las voces, las armonías estaban ahí; no batallamos nada.
