Paquito D’Rivera era el invitado, pero como era de esperarse se robó el
Sin embargo, antes de que el protagonista de la noche entrara en escena, los que invitaron al cubano prepararon el camino para el gran momento. El ensamble Araya Orta Latin Jazz Quartet le regaló al público los primeros sonidos de la velada, como calentando para fundirse luego con D'Rivera.
Fueron 45 minutos de introducción, en los cuales el cuarteto –integrado por el pianista Michael Orta, el bajista Nicki Orta y los percusionistas ticos Carlomagno y Ramsés Araya– interpretó temas como
Sonidos muy rítmicos, otros dulces como en
La introducción del cuarteto fue una probadita, en la que cada miembro tuvo momentos para lucirse en solitario con el dominio de su instrumento.
El trompetista argentino Diego Urcola se unió luego, con su versión de
Se unió a la pieza, hizo unos pasos de baile que hicieron gritar al público y tomó el saxofón alto para iniciar su faena.
“San José de Costa Rrrrrrica. ¿Porqué te demoraste en llamarme si yo te amo?”, dijo de D’Rivera en sus primeras palabras de la noche.
La velada continuó con
Un sax sonoro y juguetón es el de D’Rivera, quien aprovechó momentos en solitario para impactar con una destreza envidiable. ¡Sus dedos parecían volar sobre el sax tenor al tocar un extracto de
Una mezcla entre tango y
“La pieza más hermosa de La Habana vieja no la hizo un habanero, la hizo un tico. Él se enamoró de La Habana igual que yo”, dijo en D’Rivera. En la misma pieza y, al ritmo de las tumbas de Ramsés Araya, el cubano soltó sus caderas y, nuevamente, bailó al ritmo de las palmas y el ánimo del público.
Con la sentida pieza, Paquito D’Rivera se despidió. El cuarteto, el trompetista y él recibieron la ovación de un teatro que estaba al 75% de su capacidad.
Al grito de “¡otra!”, D’Rivera y sus cómplices retornaron al escenario para tocar