Que Miley Cyrus no es más la niñita dulce e inocente que hacía travesuras en
Un mar, mayoritariamente de niñas –algunas de seis, ocho, doce y hasta 14 años– la recibieron con un grito como el que quizás jamás habían dado antes.
Gritaban incluso antes de que se apareciera Cyrus entre un poco de humo, unas “encandilantes” luces móviles y pantallas de HD con efectos especiales.
Pero el grito no era proporcional al número de cuerpos albergados anoche en el Estadio Nacional. One –que se ha firmado en los últimos comunicados de prensa como productora del concierto– montó el
Aún así, ese espacio no estuvo lleno. La gradería este tenía al menos cuatro bloques vacíos y en la zona preferencial fueron muchas las sillas vacías. Sin embargo, el dato oficial de público dado por One fue de 13.000 personas.
Así que cuando Miley Cyrus se apareció con
De aquella canción, sencillo de su tercer y más reciente álbum en solitario –el
Los
Desde ahí, Cyrus establecía un punto alto en su debut en Costa Rica al mostrar un repertorio bien diseñado que desde temprano estableció un punto donde poner en alto el ánimo de la gente.
Es que
De ahí en adelante, Cyrus fue entregando temas que hacían gritar y gritar a las niñitas –por cierto, la mayoría acompañadas o por madres, padres o tíos– que se esforzaron por ayudar a cumplirles el sueño así fuera corriendo.
Para muestra un botón. Mientras Miley Cyrus interpretaba
Cyrus mantuvo en Costa Rica el abordaje de los
Emotividad es uno de los hilos que forman parte del tejido del diseño del espectáculo de Cyrus.
Empezó a llover ligeramente cuando Cyrus se despidió. Muchos creyeron que el concierto había acabado, pero no: faltaba el
Vestida de rojo regresó e hizo
“Muchas gracias. Ustedes son lo mejor”, dijo Cyrus para cerrar.
Sus pequeñas seguidoras quedaron impresionadas. “Estuvo excelente, fue lo mejor de lo mejor” dijo Alexa González y Fabiana Campos la secundó: “Fue asombroso, lo que más me gustó fue su vestuario de fantasía”.