Mundoloco despide este 2010 celebrando 15 años en lucha tenaz

El 2010 terminará permitiendo que Mundoloco celebre con la frente en alto. La serie y festival, desprendidos del programa de radio Domuncolo, celebran 15 años de vida la próxima semana, y tienen ya diseñado cómo serán sus pasos en el 2011.

Una lucha tenaz. Así ha sido el andar de la serie y del festival, que ha apostado por la diversidad sonora y por un encuentro vanguardista en lo multigénero.

Como serie apostada en los Jazz Café y como festival que se desarrolla al aire libre, Mundoloco ha convocado lo mismo a lo tribal que lo electrónico; lo mismo al ska que al rock y, más recientemente, ha abierto sus puertas al metal.

Al celebrar 15 años de trabajo, su creador y motor, el músico Bernal Monestel hace un repaso con Viva.

¿Cuando esto comenzó, hace 15 años atrás, imaginó que tomaría las dimensiones que tiene?

Para nada. Y eso me compromete a tratar de hacerlo cada vez mejor, subir el nivel de calidad y mantener ese concepto de positivismo que ha sido fundamental.

¿Cuándo el programa de radio se convierte en festival?

Cuando hice el festival para celebrar los diez años. Como el programa había estado ligado al asunto ambientalista, se me ocurrió que para crear consciencia en la gente joven era bonito ponerlas en contacto con la naturaleza e hicimos el festival en Jaulares.

¿Recuerda en qué momento Mundoloco empezó a crecer de esta forma jamás planeada?

En los últimos cinco años. Me siento muy honrado de decir que músicos como Federico Miranda (de Gandhi y Baula Project) o Walter Flores pasaron por la serie. Y capturamos generaciones. Lo ves en los festivales cuando llega el papá de 40 años con su hijo a disfrutar ambos de la propuesta.

Algo así como romper mitos.

Sí claro. Yo era el chiquillo cuando tocaba con (Adrián) Goizueta o con mi hermano (Manuel Montestel de Cantoamérica), y eran los tiempos en que se creía que la empresa privada no apoyaba los proyectos de vanguardia y con Mundoloco rompimos ese mito, porque debo decir que la serie sí ha sido apoyada por marcas comerciales.

Llenarse los bolsillos no es posible con la serie, ¿cuál es su motivación entonces para seguir?

Primero que nada, soy músico. Y como músico sé lo que cuesta encontrar espacio y me encanta ver a los nuevos talentos contentos porque llegaron 100 personas al “chivo”. Me motiva, realmente, esto de seguir buscando espacio y ver que es posible que confluyan la tradición y la vanguardia.