Las caritas de niños y jóvenes dibujaban asombro, risa, y en especial, complacencia, al participar en el programa La Música en mi vida que presentó esta semana la Orquesta Sinfónica Nacional en el Teatro Melico Salazar.
El proyecto Conciertos Escolares benefició a cientos de estudiantes de escuelas y colegios de todo el país, quienes, a menudo, asistían por primera vez a un teatro o a un concierto. Y definitivamente les quitó cualquier prejuicio con respecto a que es aburrido, porque fue de lo más entretenido para ellos.
Del 6 al 10 de noviembre, de 9 a 10.30 a.m., la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la dirección de Marvin Araya, les presentó un espectáculo especialmente diseñado para sus edades e intereses.
La temporada de Conciertos Escolares se centró este año en la música que escuchamos en la vida cotidiana: en actos religiosos, festividades nacionales, las fiestas, deportes y hasta en publicidad.
Un diálogo entre actores enlazaba el programa de piezas cortas; había una escenografía de apoyo, bailarines y un mimo dando color y movimiento a la presentación.
Al final, los estudiantes participaban voluntariamente en juegos tales como la "ronda de la silla" en donde la música es ingrediente principal.
Los niños y jóvenes, además de familiarizarse con las obras que la orquesta ejecutaba, recibían lecciones básicas sobre etiqueta de concierto: cuándo aplaudir, silencio requerido, y sobre el trabajo de un músico, comportamiento en un teatro y fundamentos de música.