Anoche, Alajuelita fue un verdadero cómplice del talento de Martín Valverde

El sueño de Luis González y Greivin Durán de que el cantautor tico Martín Valverde ofreciera un concierto en el cantón donde viven, se convirtió anoche en toda una realidad y en una velada en la que sobraron las alabanzas y la buena vibra.

Mientras que un diluvio caía a las afueras del gimnasio del Colegio Cedes Don Bosco, en Alajuelita, su interior se inundó de música católica escuchada por más de 3.000 personas que llegaron al lugar.

El frío de la noche quedó a un lado cuando, a las 6 p. m., saltó al escenario la banda nacional Eolian, una decisión más que acertada por parte de la organización de la cita.

Durante más de 45 minutos, los siete músicos del grupo (incluído Carlos Tapado Vargas, el percusionista de Editus) se ganaron los aplausos del público, principalmente cuando interpretaron su canción original: Levántate.

Mensajero. Un gimnasio casi lleno, con familias enteras, pero principalmente jóvenes, esperaron ansiosos al creador del éxito Nadie te ama como yo.

La paciencia tuvo su merecida recompensa a las 7:10 p. m., hora en la que el reconocido intérprete se hizo presente a escena con su música de mensaje y católica.

Bajo de estatura, pero grande en su talento, con una guitarra y su banda Dynamis, Valverde primero pidió un aplauso “para Dios”. Acto seguido, inició su repertorio con Gracias Padre, canción matizada a la mitad con una demostración de su habilidad como orador. Tanto así, que transcurrieron casi 15 minutos desde la primera hasta la segunda interpretación.

Ten calma se convirtió en la tercera canción, pero con Valverde es difícil saber si sus seguidores disfrutan más de sus creaciones musicales o de las reflexiones de vida que ofrece, basadas en citas bíblicas, en sus propias experiencias o cualquier otro tema que sirva de excusa para hacer llegar su mensaje.

Cuando el concierto llevaba ya una hora y apenas cinco canciones, el sistema eléctrico del gimnasio falló, en momentos en que el tico coreaba con su público un estribillo que decía: “Gloria a Jesús”.

En la oscuridad, apareció Valverde con su teléfono celular. Ese gesto fue secundado por la mayoría de sus fans, y todos a capela, siguieron aquel mismo estribillo, generando así uno de los momentos más emotivos de la jornada.

“Aquí se podrá ir la electricidad, pero nunca la luz de Jesús”, citó el cantautor, poco antes de que se realizara una procesión con el Santísimo, la cual concluyó con la muy coreada Nadie te ama como yo.

¿Y después? Pues Valverde echo mano aún más de su talento, su buen tacto y su gran sentido del humor para provocar más de una risa, una enseñanza y varias lágrimas.

Radio Fides apadrinó el concierto de anoche, en el marco de la celebración de su 59 aniversario.

Valverde se presentará hoy en el gimnasio de la Universidad de Costa Rica, en Limón, al mediodía. La entrada cuesta ¢5.000.