El folclorista costarricense Lencho Salazar está en condición estable y convalece en su casa en La Garita de Alajuela, luego de un quebranto de salud que obligó a su traslado ayer de emergencia al hospital Raúl Blanco Cervantes, en San José.
Ana Solano, esposa del cantante, comentó que Lencho despertó cerca de las 7 a. m. de este lunes, con mareos que le dificultaron levantarse de la cama, por lo que decidió trasladarlo a un centro médico.
“Él está bien. Gracias a Dios ya lo tenemos en la casa. Lo que tenía era una infección en la garganta y se le subió la presión. Él, del corazón y de los pulmones está bien”, contó Solano.
En el Blanco Cervantes, Salazar permaneció en observación por varias horas y tras ser estabilizado los médicos le dieron de alta cerca de las 2 p. m.
“Lo trajeron a valoración y no se quedó internado. Él presentaba una dificultad para respirar leve, pero como es cardiópata e hipertenso lo trasladaron. Ya aquí le ajustaron el tratamiento para la presión y se le suministró un antibiótico", explicó Fernando Morales, director del hospital.
El médico afirmó que los exámenes practicados a Lencho Salazar están dentro de los límites estables, por lo cual no ameritó permanecer hospitalizado.
Entre las recomendaciones que recibió el folclorista están no agitarse mucho y caminar poco.
Larga vida. Lencho Salazar cumple 84 años este viernes 4. En el país es conocido por su aporte a la cultura costarricense.
“Siempre digo que aprendamos a querer la patria a través de nuestra música, danza, costumbres y tradiciones”, refirió Salazar en una entrevista concedida a Viva en el 2013.
Durante esa conversación, dijo que todos los días se siente morir.
“Tengo la muerte encima todos los días, tengo dos operaciones a corazón abierto (...). En mi familia cuatro hermanos y papá murieron del corazón. Cuando hablo de la muerte, se me clava un dolor en la mano y el corazón”, comentó en aquel momento.
Pese a ello, Salazar es del pensamiento de vivir al máximo hasta el último día.
De ahí que el pasado 11 de agosto, el músico se casó con Ana Solano, 27 años menor que él y con la que llevaba dos años de relación.
“Hablé con él y me pidió un beso y yo le di un beso en la boca, el hombre quedó hipnotizado. Él me dijo que le gustaría que fuera yo quien lo cuidara para que le hiciera tortillas en las madrugadas y yo le dije que estaba bien. Desde ahí seguimos”, contó Solano dos días después de la boda civil.