Hace 40 años, el nombre de Vito Corleone se escribió con tinta indeleble en la historia del cine. De la mano de un inexperto Francis Ford Coppola, y un presuntamente acabado Marlon Brando, la vida del más grande mafioso de Hollywood se convirtió en una obra maestra.
Cuatro décadas después,
Y eso que el 15 de marzo de 1972, cuando los directivos de la Paramount presenciaron el estreno definitivo de la película, seguían albergando muchas dudas.
A pesar de que la novela del escritor Mario Puzo, en la que se basó la película fue un
Los ejecutivos de la productora buscaron a los directores de moda de la época (Arthur Penn, Peter Yates y Sergio Leone), y ante el rechazo de su oferta, pensaron en ofrecerle la dirección a Francis Ford Coppola, un treintañero con cinco películas en su currículo y un apellido italoamericano, ideal para darle veracidad a los personajes.
“Es la primera película importante de Coppola, a pesar de que le llega por encargo, porque tiene raíces italianas y porque resultaría un director barato. Luego se dan cuenta que iba a salir caro. Impone a los actores principales, lo que muestra a Coppola como un tipo joven con una intuición y una tozudez importante”, explica el realizador audiovisual y profesor universitario Jurgen Ureña.
Al principio, los ejecutivos de Paramount no lo vieron con buenos ojos, por su fama de problemático y oneroso; sin embargo, accedieron a hacerle una prueba y Brando deslumbró a todos con su inolvidable voz susurrada.
Luego, Coppola terminó de horrorizar a los ejecutivos con la elección de quien haría el papel de Michael, el hijo de Corleone.
El estudio pensó en estrellas como Warren Beatty o Robert Redford, pero el director eligió a Al Pacino, una gran figura del teatro, pero totalmente virgen en el cine.
Al final, el reparto contaría con tres actores secundarios de tal calidad, que terminaron enfrentados por el mismo Óscar: Pacino, Robert Duvall y James Caan. Sin olvidar a una joven Diane Keaton, quien realizó una actuación magistral en la piel de Kay Corleone.
“Para acompañar esas muertes legendarias y cinematográficamente sofisticadas –18, incluida la del caballo cuya cabeza aparece en la cama de Jack Woltz–, Coppola quiso contar con una banda sonora inolvidable compuesta por Nino Rota, y con la fotografía tenebrista de Gordon Willis”, afirma un artículo de la agencia EFE.
Hasta la familia de Francis Ford terminó siendo parte importante en la historia del
Su hermana (Talia Shire), interpretó a Connie Corleone; su padre (Carmine), tocó el piano en una de las secuencias; su madre (Italia), hizo de extra en uno de los restaurantes; sus hijos (Giancarlo y Roman), participaron de una paliza en una escena, y su pequeña Sofía, es la bebé que bautizan hacia el final del filme.
El público se enganchó de tal manera con el drama de
Aunque al principio, Coppola desconfió del proyecto e incluso varias veces estuvo a punto de abandonarlo, logró traducir la novela de Mario Puzo (
Ganadora de tres Óscar (actor principal, guion y película),
“Es la película más personal de Coppola. Habla de la familia, algo que socialmente se nos ha enseñado como importante. Su visión se entronca con una película de gánsteres contada desde la perspectiva de la familia, no desde una visión moralista, como otras en las que se busca demostrar que el crimen no paga.
“A pesar de todos sus éxitos, Coppola nunca lograría hacer una película igual, no hay otra que cuente su relación con la familia como lo hace con la trilogía de