El plan para construir un edificio con capacidad de acoger a casi cuatro millones de especímenes ticos avanza a buen ritmo bajo la gestión y coordinación del Museo Nacional.
Desde el pasado 27 de marzo, el Museo asumió la custodia de las colecciones biológicas que pertenecían al Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio).
El traslado se produjo debido a que el INBio dejó de recibir fondos por concepto de cooperación internacional, lo cual le impidió asumir los gastos para conservar esta gran muestra.
Todos los detalles y la regulación sobre el traspaso de las colecciones del INBio al Museo Nacional están definidos en el Decreto Ejecutivo N.° 38.882, publicado en La Gaceta del pasado 27 de marzo.
Debido a que el Museo Nacional ya contaba con una colección propia, el acervo biológico totaliza 3.887.369 especímenes, entre artrópodos (insectos, arañas, escorpiones), plantas, hongos, mamíferos y aves.
Nueva casa. Según la directora del Museo Nacional, Rocío Fernández, el proyecto para levantar un edificio que albergará las colecciones de historia natural ya está inscrito en el Banco de Proyectos de Inversión, adscrito al Ministerio de Planificación.
“Es un edificio de cuatro pisos, con un área total de 6.000 metros cuadrados. La inversión estimada es de ¢4.170 millones, de los cuales ya se cuenta con ¢405 millones para la primera etapa. Esta consiste en el diseño de los planos. Ese dinero se ejecutará este año”, explicó Fernández.
La directora agregó que, en el anteproyecto de presupuesto para el 2016, está contemplado un monto cercano a los ¢2.800 millones para las obras de la nueva sede para estas colecciones. Esa segunda etapa –construcción, equipamiento y apertura– está programada para ser desarrollada en el periodo 2016-2017.
El diseño del inmueble está a cargo del arquitecto del Museo Nacional, Rónald Quesada.
Los cuatro niveles propuestos tendrían la siguiente distribución: en el primer piso estaría ornitología (aves) y mastozoología (mamíferos); en el segundo, geología; en el tercer piso, entomología (insectos), y el último estará destinado a un herbario.
Mientras se construye el nuevo hogar en Pavas para este patrimonio biológico, las colecciones estarán temporalmente en un edificio que el INBio le vendió hace dos años al Servicio Fitosanitario del Estado, una dependencia del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).