EscucharNueva York (AP). La voz de Lawrence Meinwald comienza a temblar cuando él recuerda la primera vez que vio la Estatua de la Libertad. Era el año 1920, y el niño polaco estaba en un barco con su familia, camino a Ellis Island y una nueva vida en Estados Unidos.
“Fue una gran imagen. Yo no sabía lo que significaba. Pero nos quedamos en la cubierta y todo el mundo estaba ansioso, y feliz, y triste”, dijo Meinwald en una entrevista grabada años más tarde por el Servicio Nacional de Parques, entidad gubernamental que está a cargo de los parques nacionales y monumentos en el país.
Meinwald ya falleció, pero su historia vive como parte de las 1.700 historias orales de inmigrantes llegados a Ellis Island que Ancestry.com ha colocado en Internet.
Este sitio web, con unos 1,3 millones de subscriptores en todo el mundo, recopila material como documentos del censo, certificados de nacimiento y defunción, registros militares y listas de inmigración. Toda esta información está disponible para investigaciones de genealogía.
Aunque el sitio es por subscripción, la colección de historias orales de Ellis Island puede ser accesada por cualquier persona a través de la dirección: www.ancestry.com/immigration
“Durante años, las grabaciones estuvieron disponibles solamente para visitantes del Museo de Inmigración en Ellis Island, así que colocarlas en Internet fue una decisión lógica. Esto las pone a disposición de todo el mundo”, dijo Diana Pardue, jefa de la división de museos del Servicio Nacional de Parques.
Isabel Belarsky estaba a unos pocos meses de su décimo cumpleaños cuando ella y sus padres llegaron a Ellis Island desde la Unión Soviética en febrero de 1930.
Belarsky, de 90 años y residente en Brooklyn, recuerda claramente el viaje: la tensión que ella y su familia sintieron la noche que pasaron en Berlín cuando viajaba a Francia para tomar el barco. Ver una banana por primera vez en su viaje transatlántico. Su padre, un cantante de ópera, diciéndole a funcionarios de inmigración en Ellis Island que no planeaba quedarse más allá de los seis meses de su visa.
“Lo recuerdo más claramente que lo que hice ayer”, dijo Belarsky recientemente.
A Belarsky le encanta que su historia pueda ser escuchada y dijo que es importante que la gente entienda el pasado.
“Todo comienza con el pasado”, dijo. “Alguna gente piensa que donde están ahora es el comienzo, pero está muy lejos del comienzo”, enfatizó la anciana.
“Poder escuchar a alguien narrar su historia ayuda a los oyentes a tener una idea más clara del pasado”, dijo Todd Godfrey, director principal de contenido relacionado con Estados Unidos en Ancestry.com. “Cuando existe una oportunidad de escuchar la narración de la historia, el color y la riqueza que eso provee es invaluable”, proseguió.
Por supuesto, las historias orales representan apenas una fracción de los más de 12 millones de personas que llegaron a Estados Unidos a través de Ellis Island entre 1892 y 1954.
“Pero sus historias ayudan a entender lo que pasó de manera más amplia. Se trata más de la historia humana común de la migración, de personas moviéndose por todo el mundo, y eso es algo que ha estado sucediendo durante siglos”, dijo Pardue.
Para el proyecto, Ancestry.com se puso en contacto con el Servicio Nacional de Parques que venía realizando las entrevistas desde los años setenta.
