asanchez@nacion.com
Detrás de cada secuencia de
Con tan solo 28 años, Vargas suma a su carrera un importante logro, el cual espera la catapulte a un nivel más alto dentro de la cinematografía nacional e internacional.
Graduada de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva de la Universidad de Costa Rica, Vargas no solo editó el primer largo de terror filmado en Costa Rica, sino que le dio su aporte personal en materia de efectos visuales.
De su experiencia en este filme, que se estrenará este viernes en el país, Vargas habló extendidamente.
Eso me tomó de sorpresa, no sabía que era la primera mujer tica en hacerlo. Claro que me llena de mucho orgullo, porque en esta área hay pocas mujeres. Entonces era un reto desempeñarse bien y sobresalir. Fue muy importante y una gran responsabilidad que me otorgaran este privilegio. Definitivamente, me descargaron mucha confianza.
Yo había trabajado para La Zaranda en una campaña de comerciales institucionales, era una serie de 28 anuncios. Creo que les gustó mi trabajo y en seguida salió el proyecto de la película. Me llamaron para ver si estaba interesada y yo acepté. Claro que para mi fue grande la sorpresa, pues nunca antes había editado un largometraje de 90 minutos.
Lo más complicado fue encontrar ese punto al cine de terror, pues es un cine muy delicado a la hora de editar. Uno tiene un montón de tomas y dependiendo de cómo se monten tendrán el suspenso necesario. Eso dependía muchísimo de mi labor
“De la edición pudo haber salido una cinta muy aburrida o una cinta que enganchara al espectador de principio a fin”.
Yo creo que sí se logra, al menos eso es lo que me han comentado quienes han visto la cinta y eso es lo que yo también percibo.
Sí, lo refleja mucho pero le falta. Creo que esa es la idea, no ponerlo todo. Hay algunas escenas que yo creo que a gente les va a impactar. La película tiene una gran calidad, es algo que no se ha hecho antes en la producción costarricense.
Pienso similar, es una película para ir verla comiendo palomitas. No es una cinta con un rollo subjetivo, es más bien entretenida y no hay que darle mucha vuelta para entenderla. Un espectador puede escoger entre ver la
Sí, creo que es un gran aporte, pues ya es hora de que la producción nacional haga cine de comedia, terror, drama, que vaya probando con varios géneros, pues cada uno tiene formas muy particulares de contarse.
Fueron como seis meses, porque además de las conversaciones de planeamiento que tuve con la producción de la película y la edición misma, yo estuve supervisando algunos efectos visuales y analizando cuáles eran mis posibilidades para hacerlos en formato digital.
“La edición tardó como tres meses y luego dedicamos un mes y medio para producir los efectos especiales, ya que la cinta tiene varios”.
El proceso fue muy enriquecedor, porque ellos conocen muchísimo del género de terror. Eso era importante, pues no era cualquier filme de ficción el que hacíamos. Este género necesita lograr susto, para hacerlo hay que lograr un ritmo muy específico en la edición. Creo que la gente se sorprenderá.
Así es, hubo conversaciones para hacer otro proyecto en conjunto. Se trata de una película de terror animada que Ramiro y Adrián quieren realizar. A ellos les interesa mi trabajo, pues yo también hago animación y puedo mezclar las dos cosas.
A mi me encantaría. El equipo de trabajo fue muy bueno y los directores ya son mis amigos. Ellos depositaron en mi mucha confianza, escuchan mis propuestas y las hacen valer, al punto de solo hacer ajustes a mi labor. Tuve mucha libertad a la hora de montar las escenas.
Así es, eso para mi es muy importante, ya que tener a cuestas dos largometrajes de ficción es muy importante para mi carrera. La película está como al 50% del proceso de edición. Estoy emocionada que Óscar Castillo haya confiado en mi nuevamente.