Quizá el 4 de mayo del 2003 más de uno se llevó una sorpresa cuando se sentó a tomarse un café con el diario en mano.
No había una figura de la agenda nacional en la foto de la portada; no había un suceso ni aparecía el Congreso; no había un evento internacional como el hecho destacado: había rock y rock nacional. Salía Insano, con su cantante William Magee, con una especie de cuernos de carnero.
En siete años que llevaba para aquel momento el Rock Fest, lo que sucedía con Insano no había pasado jamás: la jornada, o bien uno de sus protagonistas, se consideró el hecho noticioso del día.
“De hecho, todavía tengo los recortes. Eso jamás se me va a poder borrar de la memoria”, confiesa Magee.
“Habíamos salido, para ese momento, alguna vez en Viva , pero tener la portada de La Nación era un logro porque eso no había pasado; el rock y los roqueros éramos música no tradicional; aquella foto consideramos que fue un logro para todas las bandas que participamos de ese Rock Fest”, dijo Magee.
La portada de La Nación de aquel 4 de mayo del 2003 estaba motivada por la cobertura que el 3 de mayo había hecho Viva del VII Rock Fest en el SportWorld, en San José.
Viva había dado una portada para aquel evento y en su crónica había relatado el desempeño de bandas como Anzuelo, República Fortuna, El Guato, Gandhi, December’s Cold Winter y Hebra, que reaparecía 25 años después de haber nacido.