Este lunes 4 de octubre falleció, a los 86 años, Jaime Gutiérrez Góngora, prominente médico urólogo y candidato a la vicepresidencia en dos ocasiones, reconocido por sus allegados debido a su intelecto, capacidad de liderazgo y voracidad por aprender algo nuevo todos los días.
Quienes lo conocieron, lo recuerdan por su compromiso de enseñar a los jóvenes médicos en formación, pero también por su vocación política, fortalecida por una larga amistad con el expresidente José Figueres Ferrer (1906-1990), de quien era médico personal.
Gutiérrez vivió durante años en Estados Unidos, donde estudió Medicina en la Universidad de Harvard y se especializó en urología en la Universidad de Michigan. Fue miembro de la Academia Nacional de Medicina y formó parte de la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica. También fue candidato a la vicepresidencia en dos ocasiones (Partido Movimiento Nacional, en 1982, y Partido Unidad Social Cristiana en 1986). Además, publicó una gran cantidad de libros e investigaciones.
Jorge Mora, colega y discípulo de Gutiérrez en el Hospital San Juan de Dios, lo describió como un cirujano eminente y un docente dedicado, al punto de que los libros y artículos que él escribía eran una guía indispensable para los médicos que apenas daban sus primeros pasos. Su vocación por enseñar y su gran intelecto se ven plasmados en una anécdota que Mora relató:
“Destaco su capacidad para sintetizar. Él, en su tiempo libre, en la noche, nos citaba en su casa a los residentes de Medicina para que fuéramos a leer artículos de medicina. Él nos decía por nombre quién leía cada artículo. Luego de que todos leíamos, decía: ‘quiero destacar las principales ideas de estos artículos. Del que leyó el primero, hay cinco cosas que me llamaron la atención’... Cuando iba por la tercera vos decías, ‘qué se va a acordar de la cuarta y la quinta’, ¡Te decía la cuarta y la quinta y todo mundo tomando notas, era increíble!”, recordó Mora.
El exmandatario Óscar Arias Sánchez aseguró que “la muerte del doctor Jaime Gutiérrez me ha tomado por sorpresa y me produce un inmenso dolor, ya que se trata de un amigo muy querido desde hace muchísimos años”. Arias reconoció que “Jaime es el responsable de haberme hecho yo liberacionista y fundamentalmente figuerista.
“Cuando estudié en Boston, y llevaba cursos de verano en Harvard, años 60 o 61, Jaime estudiaba Medicina en Harvard y en muchísimas ocasiones me convertí en el que cuidaba a su hijo para que él y su esposa salieran. A pesar de que estuvo en contra mía cuando fui candidato a la Presidencia de la República, la amistad continuó tan estrecha como siempre. Era mi médico, pero él era más que eso, era un lector infatigable, y por eso solíamos hablar de política e historia. Jaime nos enseñó que un profesional no debe dejar de leer y aprender, trascender las fronteras de su profesión”, describió el expresidente.
Gutiérrez Góngora fue un destacado analista de la realidad nacional e internacional en la Página quince de La Nación, según describió la editora de Opinión, Guiselly Mora.
“Escribía con la presteza del cirujano. Creo que para él, como médico, escribir era una forma de curar también a una sociedad que ha ido perdiendo la capacidad de entender cómo nos afecta lo que sucede en otras latitudes”, declaró Mora.
El exdirector de La Nación y exembajador ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Eduardo Ulibarri, retrató a Gutiérrez como “una persona muy firme en sus convicciones y con una gran capacidad de expresarlas con intensidad y fundamento”.
Jorge Mora resumió el tamaño de la figura de Jaime Gutiérrez Góngora como “una persona muy afectuosa con la gente que él quiso, también muy estricto. Conmigo tuvo una relación paternal, me acogió no solo como un médico en formación, sino que demostró su cariño de una forma muy atesorable para mí”.