Aunque suban las gradas caminando al abordar los buses y ocupen su propio asiento, los niños menores de tres años deben ser exentos del pago del pasaje en todas las rutas del país.
Así lo recordó el Intendente de Transportes, Enrique Muñoz, tras la consulta de un usuario identificado como Roger Corrales, en la que indicó que existen empresas que exigen como requisito que el niño pase alzado al subir al bus, caso contrario obligan al adulto a cancelar el pasaje completo del menor de tres años.
También piden que viaje en los regazos de la mamá, principalmente en rutas donde los asientos son numerados.
En la resolución, el intendente reiteró que "independientemente de las circunstancias operativas en las cuales se desarrolle la prestación del servicio" se debe respetar el artículo 33 de la Ley Reguladora de Transporte Remunerado de Personas en Vehículos Automotores (3503), donde se indica que los menores de tres años están exentos de pago.
Muñoz dijo a La Nación que la ley no establece restricción ni limitación y que no puede alegarse en contra de la ley el uso o costumbre al establecer que los niños viajan gratis.
En la resolución además advierte que "el uso de sistemas de conteo de pasajeros (o bien la costumbre), no pueden convertirse en obstáculos para el reconocimiento de los derechos consagrados en la legislación".
Asimismo, señala que los papás podrían utilizar documentos legales para demostrar la edad de sus hijos y los operadores tienen derecho a exigirlos, siempre que esto no afecte la agilidad del servicio.
"La exención del pago de la tarifa no significa que los niños menores de tres años no tengan el derecho a disfrutar de todas las características propias del servicio (...) incluyendo el uso de asientos" cita el criterio.
En un recorrido de La Nación, varias madres y choferes de autobús reconocieron que la costumbre ha marcado la norma en este tema.
Los choferes alegan que si el menor sube por su cuenta les realizará una marca en las barras de conteo de pasajeros, por la que luego deben responder ante sus patronos.
"Si sube caminando debe de pagar el pasaje porque marca la barra. ¿Cómo hago para saber que tiene menos de tres años?", manifestó Daniel Sánchez, conductor de la ruta entre San José y Zapote, al consultársele por qué acababa de cobrarle a un pequeño de dos años y medio que abordó de la mano de su madre.
Se trataba del pequeño Johnaikel. Su mamá María Borbón afirmó que siempre le han indicado que debe subir con él alzado o de lo contrario debe de pagar. Lo mismo sucede al bajar del bus.
Connie García, quien utiliza los buses de Tibás, aseguró que en su caso prefiere evitar que le cobren y siempre sube y baja a su hija en brazos.
José Campos, el chofer del bus que tomó el miércoles pasado esta mamá, para dirigirse a su casa en Cinco Esquinas, explicó que las barras de los buses tienen tres "ojos", por lo que en su caso lo que hace es calcular la altura del niño y a partir de si sobrepasa cierto punto entonces le cobra.
Según dijo no han recibido una directriz clara sobre este tema y estas acciones las aplica por experiencia.
Norma es poco clara.
Los autobuseros coinciden en que falta claridad con respecto a esta norma, tanto para determinar mecanismos de control y al especificar condiciones como las citadas en relación al uso de asientos o la marca en las barras. Sin embargo, aseguran que la condición de eximir de pago a los menores de tres años se aplica siempre.
Eduardo Loaiza, jefe de operaciones de la empresa Coopana (buses de Tibás), afirmó que las barras están calibradas de manera que los niños hasta cierta estatura no registran marcas, sin embargo por costumbre y temor, los choferes piden a la mamá que pase al niño en brazos.
Loaiza aseguró que los conductores de su empresa reciben capacitaciones sobre cómo funcionan las barras "para que no hagan esas cosas".
En el caso de esta empresa, aseguró el vocero nunca han tenido problemas en que los niños ocupen su propio asiento siempre que haya campo disponible.
Otra de las condiciones que tampoco especifica la Ley es lo que ocurre en aquellos buses cuyos asientos son numerados, por ejemplo las rutas interurbanas.
Alfredo Villalobos, vocero de la empresa Tracopa que ofrece el servicio entre San José y distintas comunidades de la zona sur del país, afirmó que en cuanto al tema de las barras no tienen problema pues las unidades tienen cámaras.
"La costumbre es que los menores viajen en brazos de la mamá, por seguridad pero cuando lo requieren se le da el asiento", indicó.
Villalobos aseguró que pese a esto falta claridad en la norma. "Falta información y clarificación porque la ley solo dice que viajan gratis, nuestra posición es que debe reglamentarse", añadió.
Por su parte la presidenta de la Cámara de Transportes, Silvia Bolaños afirmó que, si bien en la Aresep argumentan que los conteos de barras son para control interno, esa información de pasajeros afecta el tema de demanda a la hora de fijar tarifas.
"El chofer no tiene un mecanismo para controlar la edad del menor, entonces hay que determinar cuál es el procedimiento en caso de duda", añadió.
Pese a esto, afirmó, no han tenido quejas de parte de los autobuseros en ese sentido pero es necesario que se reglamente dicha norma.
Bolaños añadió que además llevar un niño sin los dispositivos de seguridad adecuados es un riesgo.
"Eso no lo está tomando la Aresep en consideración. Aresep tendría que decir de quién es la responsabilidad en caso de accidente y que ese niño salga disparado, además para efectos de que el menor viaje en su asiento tiene que llevar su propio dispositivo y cómo anclamos un dispositivo al asiento de bus", dijo.
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