Nuevos medidores, tuberías y tanques de almacenamiento ayudarán a mejorar el servicio de 34 acueductos rurales en San Carlos, en Alajuela, y Sarapiquí, en Heredia.
Son 34 las Asociaciones Administradoras de Sistemas de Acueductos y Alcantarillados (Asadas) que recibieron una inversión cercana a los $300.000, así como estudios técnicos para reducir el agua no contabilizada, aquella que se pierde por fugas, falta de pago o instalaciones ilegales.
Con el proyecto, además se aumentó el número de familias que reciben agua directamente en su casa, informó Alice Shackelford, representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
"En estos cantones alrededor de 129.000 habitantes cuentan con agua en calidad, cantidad y continuidad", afirmó.
La iniciativa replica la experiencia en comunidades de Guanacaste, Guatuso, Upala y Los Chiles, pues aparte de medidores para evitar el desperdicio del recurso, también se da capacitación a los representantes de los acueductos para planificar sus obras.
"Se ha trascendido la infraestructura y se han desarrollado capacidades para una mejor gestión de las Asadas", dijo Cecilia Martínez, subgerente de Sistemas Comunales del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados.
De acuerdo con datos de la Fundación Costa Rica - Estados Unidos para la Cooperación (CRUSA), otro participante del proyecto, se entregaron 469 micromedidores y 56 macromedidores para reducir el agua no contabilizada de 29 Asadas.
En las asociaciones de Colonia San José, en Sarapiquí, y ASA-5, en San Carlos también se instalaron sistemas de paneles solares de 50 kilovatios con los que se reducirían los costos de la facturación eléctrica. Se estima que podrían ahorrarse unos ¢500.000 mensuales, recursos que podrían trasladarse a mejorar la infraestructura y el mantenimiento.
También se incluyeron más de 19.000 metros de tubería, 7 tanques de almacenamiento y la impermeabilización de un tanque de 500 m3 en 17 acueductos.