Choques, vuelcos, atropellos y caídas. Estas son las razones por las cuales las camas en los servicios de Ortopedia y Emergencias nunca son suficientes.
La situación obliga a las autoridades de los hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) a idear cómo atender a los pacientes sin que tengan que soportar su dolor en una silla o unas gradas.
Las clasificación por la gravedad de las lesiones de cada persona, el traslado a otros centros de salud y la habilitación de más salas para Ortopedia son algunas de las soluciones que atenúan la congestión.
Los hospitales San Juan de Dios y San Rafael, en Alajuela, tienen los mismos problemas: los asegurados que llegan a Emergencias para ser atendidos por los ortopedistas provocan congestión y dejan sin espacio a otros usuarios con dolencias también urgentes.
Este jueves, el San Juan anunció que trasladaría a los pacientes, en grupos de 10, al CAIS de Desamparados, para que puedan esperar en una cama el momento de su cirugía.
Mientras tanto, el Calderón Guardia encontró en la clasificación de pacientes una solución.
Hasta 25 en fila. Por su ubicación, el Hospital de Alajuela recibe a muchas víctimas de accidentes que ocurren en la ruta 27 y la Interamericana Norte. A eso se suma que, por tener el segundo lugar del país en longevidad de la población, atiende hasta a siete adultos mayores con fracturas por día.
“Hemos llegado a tener en Emergencias hasta 25 pacientes de Cirugía General y Ortopedia, esperando una cama para su internamiento. No podemos mandarlos a la casa, hay que dejarlos en camillas, sillas de ruedas y sillas comunes. Emergencias solo tiene 18 camas para observación”, explicó el director de ese centro, Francisco Pérez.
Para disminuir la saturación, el hospital logró que los pacientes de San Ramón fueran referidos al México, mientras los de Grecia irán al de Heredia.
También, a Ortopedia le fueron cedidas temporalmente dos salas de operaciones, una para cirugías programadas y otra para atenciones de última hora.
Según Pérez, esto ha ayudado a que “se muevan las camas” y se avance con las listas de espera.
En el Calderón. En el caso del Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia, desde hace cinco meses funcionan con el método de atender la demanda en Emergencias mediante la clasificación de los pacientes por su estado de gravedad. A su ingreso, dos médicos revisan al paciente para definir su categoría. Esto sirve de filtro para evitar que la gente acuda a esa sala para algo que no lo amerite.
Existen cinco opciones: las dos primeras deben ser atendidas de inmediato. En el caso de las categorías tres, cuatro y cinco, las personas pasan a un salón donde la espera puede ser de 20, 40 y hasta de 120 minutos.
Luego, son evaluados de nuevo y se les asignan las camas, siempre y cuando deban quedar hospitalizados o en observación.
Según la especialidad médica, la estancia en Emergencias ronda las 48 horas, en promedio, para poder que el paciente reciba la cama y pueda quedar internado.
Al igual que en otros centros de salud, Ortopedia es el servicio más requerido y más saturado.
“Los personas graves no pasan por el proceso de selección, son llevadas directamente a la sala de shock. Coordinamos con los otros servicios para que les asignen rápidamente las camas, poder desocuparlas y atender a otro paciente”, dijo Donald Corella, jefe de Emergencias.
Si esa unidad se satura, buscan camas en otros departamentos para tener allí a los pacientes mientras los internan, pero, según Corella, eso no es muy frecuente desde que el nuevo sistema fue implementado.