En el puesto donde Melissa Salazar vende pólvora, en Hatillo centro, es difícil ver a “gente mayor” interesada por las bengalas, queques o cachiflines.
Es la población de entre 18 a 28 años la que más se deja tentar por los colores y brillo de la pólvora y sus sonidos al estallar.
“Aquí, quienes más compran son los muchachos. Ellos son nuestra principal clientela. Desde que comenzó diciembre, se ha vendido mucho, pero los días más buenos son el 24 y el 31 de diciembre”, comentó Salazar.
Según ella, en un día normal hace unos ¢120.000, pero en esos dos días festivos, las ventas superan los ¢300.000.
Los queques son el tipo de pólvora que más se comercializa; sus precios van de ¢15.000 a ¢180.000, dependiendo del tamaño. También se venden mucho los volcanes, con un costo que oscila entre ¢2.000 y ¢5.000. Las bengalas son muy demandadas por su bajo precio: ¢500 el paquete.
En el puesto Gusticos San Bernardo, en Hatillo, aún no ha calentado la venta de pólvora.
Carlos Valverde, dueño del chinamo, dijo que, al igual que el caso de Salazar, son los jóvenes quienes más llegan a preguntar.
“Nosotros solo vendemos pólvora permitida. Aquí vienen los señores de la Policía a ver si vendemos pólvora legamente. Los que tienen la pólvora ilegal están escondidos”, afirmó Valverde.
En el puesto La Rotonda, en San Sebastián, el vendedor Carlos Carballo reconoció que llega mucho niño a pedir que le vendan explosivos, pero les deben recordar que eso es prohibido.
También se acercan adultos a pedir pólvora ilegal, como cuartos de dinamita o bombetas.
“Uno sabe el riesgo de vender explosivos a menores o pólvora ilegal. Han venido de la Municipalidad a revisar la mercadería. La venta ha ido muy bien”, manifestó Carballo.
Agregó que a su chinamo llegan muchos jóvenes, pero en su mayoría son colombianos, panameños y salvadoreños.
Guillermo Torres, del Ministerio de Salud, explicó que 35 supervisores recorrieron, puesto por puesto, para verificar el tipo de pólvora que se comercializa.
“Son prohibidos los truenos, la dinamita y las bombetas. Se puede denunciar la venta ilegal con la Fuerza Pública local, ya que trabajamos en coordinación con esa entidad”, añadió Torres.