El Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA) se declaró incapaz de financiar proyectos de saneamiento de agua pese a la grave contaminación, sobre todo en las zonas costeras.
Por esto, el AyA plantea que el Poder Ejecutivo se haga cargo de los costos de esas obras, pues considera imposible que los abonados de la entidad los asuman. “Si trasladamos el costo del saneamiento a los usuarios, nadie podría pagar las tarifas. Debe haber una subvención del Estado”, dijo ayer la presidenta ejecutiva Yamileth Astorga.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define saneamiento básico como la tecnología que se utiliza para eliminar higiénicamente las excretas y aguas residuales. El proceso incluye la recolección, transporte y el tratamiento de esas aguas.
En la actualidad, los sistemas de alcantarillado con planta de tratamiento solo cubren el 4,2% de las viviendas del país y el alcantarillado sin planta al 21%.
El 70% de las casas tienen tanque séptico, el 3% pozo negro o letrina , el 0,9% una salida directa a acequias, en tanto el 0,4% no tiene servicios sanitarios.
Pasos. Según Astorga, han avanzado en un plan para mejorar varias plantas de tratamiento, entre esas las que están en Liberia, Nicoya y Santa Cruz –en Guanacaste–, así como las de Puntarenas y Pérez Zeledón.
También se incluyen proyectos para recolección y tratamiento de aguas residuales en Quepos y Jacó. Se trata, en mayoría, de zonas costeras, donde la actividad turística es fundamental.
Astorga resaltó que las iniciativas figuran en una cartera de proyectos que presentarán a los ministerios de Planificación y de Hacienda, pero no precisó el monto de la inversión requerida.
“Es muy grave lo que implica la contaminación en las zonas costeras si no hacemos saneamiento. Si le estamos apostando a que haya un crecimiento en el desarrollo turístico, tenemos que invertir en esto”, indicó Astorga.
En su informe de labores anual, la funcionaria dijo que el AyA brinda agua potable al 98,6% de sus 2,2 millones de abonados.
Las municipalidades abastecen a 625.000 personas; las Asadas a un millón y, la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH) tiene unos 230.000 clientes.