El embajador de Costa Rica en Pekín, Marco Vinicio Ruiz, mantiene un pulso con la Dirección General de Migración y Extranjería para tratar de alivianar los requisitos de ingreso de turistas chinos al país.
Según Ruiz, quien ya cumple año y medio como diplomático en China, Costa Rica está “desperdiciando” sus oportunidades de atraer a turistas asiáticos de alto poder adquisitivo, porque los requisitos de visado son lentos y engorrosos.
Sin embargo, la directora de Migración, Kathya Rodríguez, cree pertinente que el país mantenga sus controles de ingreso, para evitar la entrada de asiáticos con intereses no deseados, entre ellos la trata de personas.
Desde enero del 2008, se firmó un convenio de cooperación entre el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) y la Administración Nacional de Turismo de China para facilitar los viajes de grupos turísticos de chinos a suelo nacional.
Sin embargo, Ruiz reconoce que en cuatro años no se han logrado grandes avances, porque el tema de las visas sigue “satanizado”.
En una entrevista con
Reclamó, además, que dentro de las iniciativas de atracción del turismo –comandadas por el ICT– ni China ni el resto de la región asiática están contempladas.
El viernes, se intentó obtener el criterio de los voceros del ICT sobre este tema, pero en la oficina de prensa se indicó que el único autorizado para pronunciarse es el ministro, Allan Flores, quien se encuentra fuera del país.
En los primeros dos grupos están aquellos visitantes que no requieren visa de ingreso y que pueden permanecer en nuestro país entre 90 y 60 días sin visa.
En un tercer grupo están los que deben aplicar por una visa en consulados ticos y en el cuarto grupo, los visados restringidos, donde permanece China, Corea del Norte, Afganistán o Siria.
Un chino, por ejemplo, debe enviar al consulado en Pekín su pasaporte, una motivación del viaje, una certificación de que no posee condenas penales y documentos que prueben solvencia económica.
La información se remite a Costa Rica, donde una comisión tripartita, integrada por la Cancillería, el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Seguridad resuelven si se otorga la visa.
Ese trámite se demora hasta tres meses, se quejó Marco Vinicio Ruiz y por eso abogó para que en el futuro, China goce de un “régimen especial de visa turística”.
En la otra acera, Rodríguez reconoce el esfuerzo por atracción de inversiones y turismo que impulsa la Embajada en Pekín, pero asegura que su unidad no renunciará a mantener un “equilibrio” en el control migratorio.
Por ahora, Ruiz está a la espera de que Migración firme una nueva directriz en la que se permita el visado consular para turistas afincados en Pekín y Shanghái, las dos provincias con mayor ingreso per cápita en China.
Además, desde el 2010 Migración avaló el ingreso libre para aquellos chinos que ya posean visa de Estados Unidos, Canadá o algún país de Europa, pues garantiza que superaron los exigentes controles migratorios en esas naciones.