Costa Rica expresó ayer a Nicaragua su “profunda preocupación” y “malestar” por la forma como las autoridades judiciales de ese país mantienen preso al tico Daniel Gil Trejos, pero no se quedó ahí.
En una nota oficial, entregada personalmente al embajador Harold Rivas, el canciller Manuel González hace extensivo el llamado de atención por la situación de todos los costarricenses que estén presos en Nicaragua.
“Nos preocupa que otros privados de libertad costarricenses en Nicaragua, estén sufriendo violaciones similares a sus Derechos Humanos y solicitamos garantizar y velar por la aplicación irrestricta, incondicional e inmediata de todos los acuerdos relativos a la protección de los Derechos Humanos, de los cuales Nicaragua y Costa Rica son signatarios y, por ende, obligados a su fiel cumplimiento”, se lee en la nota.
El embajador Rivas estuvo una hora en la Cancillería a primera hora de ayer lunes y después participó en un acto protocolario en el Instituto Interamericano de Derechos Humanos, en el cual también estuvo el canciller costarricense.
En ninguno de los dos lugares, el embajador Rivas quiso responder consultas de la prensa, más que una breve declaración: “Ese es un asunto policial”.
El canciller le había reclamado ya porque “ la situación no ha sido atendida diligentemente”.
“La respuesta recibida ha sido la falta de cooperación, con absoluto hermetismo e indiferencia”, reclamó González.
Ojo con la Policía de Tránsito. La misma nota diplomática hizo un señalamiento por reportes contra la Policía de Tránsito en Nicaragua, cuyos oficiales indican supuestas infracciones a conductores de carros con placa tica que circulan de manera legal, so pena de detener el vehículo o decomisarles la licencia.
El canciller González dijo ayer ante periodistas que es deseable que los ciudadanos costarricenses se reporten a la Embajada tica en Managua, si viajan a territorio nicaragüense.