Informes del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Banco Mundial, financistas de la planta Reventazón, sugieren investigar posibles omisiones en sus controles internos que habrían llevado a un daño ambiental.
El Mecanismo Independiente de Consulta e Investigación (MICI) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ya investigaba la misma denuncia contra la obra del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
Las nuevas recomendaciones vienen del Asesor de Cumplimiento Ombudsman (CAO), área del Banco Mundial que analiza reclamos por eventuales perjuicios causados por proyectos que financia, y del Mecanismo de Reclamos del BEI.
La queja la interpusieron Eladio González Solís, representante de la firma Agroecologia Sustentable Rana Verde S. A., y Kurt y Alexandra Grueninger, dueños de las fincas Lancaster; donde están unas lagunas declaradas humedales en 1994.
Estos atribuyen al ICE la extracción de material para las obras en las propias laderas de las lagunas, localizadas en el risco de una montaña y dentro de propiedad privada, donde, según ellos, no había autorización para trabajos de extracción.
La planta en Siquirres (Limón) costó $1.507 millones y se inauguró en setiembre pasado.
Como parte de su financiamiento, el BID aprobó dos préstamos por $250 millones y $90 millones, respectivamente, mientras la IFC, brazo financiero del Banco Mundial, otorgó un crédito por $100 millones.
En el préstamo, por $250 millones, se incluyen $80 millones del BEI canalizados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
A finales del 2016, una comitiva de observadores de los tres bancos vino al país a conversar con las partes en disputa y visitar los sitios donde habrían ocurrido las lesiones ambientales.
De la gira, el examen inicial del BEI reveló posibles lagunas entre las normas ambientales y sociales que sigue el banco y el marco para seguimiento utilizado para hacer la obra.
Indicios
El informe de recomendación para investigar, con fecha del 13 de marzo anterior, también indica que un geólogo independiente contratado por el MICI confirma que el ICE extrajo material de la pared de la laguna a la derecha del río.
“El informe independiente del geólogo indica que las operaciones de la cantera muy posiblemente contribuyeron a deslizamientos graduales progresivos y a procesos de erosión regresivos, que pueden dar lugar al derrumbamiento de las lagunas inferiores”, indica el experto, quien sugiere estudios adicionales para confirmar.
Por esto, el BEI empezará a analizar los alegatos y encaminar una investigación, como primero lo hizo el MICI.
La CAO, por su parte, confirma en un informe de marzo que empezará a evaluar la debida diligencia social y ambiental de la IFC en conexión a la hidroeléctrica. Eso sería para determinar si investigará con más profundidad posibles fallas internas de este prestamista en el caso.