El presidente José María Figueres fue rotundo: "No hay huelga, hay abandono de trabajo", aseveró ayer al entrar -a las 4:20 p.m.- a una sorpresiva reunión con sus vicepresidentes y cinco de sus ministros, en la casa de la segunda vicepresidente de la República, Rebecca Grynspan, en Rohrmoser.
"En aquellos que no se presenten a laborar, habrá una fuerte presunción que están incurriendo en abandono de sus labores", manfestó el primer vicepresidente, Rodrigo Oreamuno, quien confía en que la mayoría de los educadores se presenten hoy a su trabajo.
Según el Código de Trabajo, incurre en abandono de trabajo quien se ausenta sin justificación de sus tareas durante tres días consecutivos, y esta acción es sancionada con el despido sin responsabilidad patronal.
No obstante, Oreamuno declinó responder si se procedería al despido de educadores pues "no se puede cruzar el puente antes de llegar al río".
Fue tajante en que el Gobierno mantendrá el principio de que "quien no trabaja, no devenga salario", y exigirá que se mantenga el funcionamiento normal de todos los servicios públicos.
La reunión se prolongó desde las 4:20 p.m hasta las 8:20 p.m y en ella participaron, además de Figueres y los vicepresidentes, los ministros de Hacienda, Fernando Herrero; Información, Florisabel Rodríguez; Educación, Eduardo Doryan; Planificación, Leonardo Garnier, y el de Seguridad Pública, Juan Diego Castro.
Además estuvo el asesor presidencial Roberto Hidalgo, quien llegó junto con el mandatario.
El encuentro tenía como fin, según admitió Oreamuno, prepararse para lo que pudiera acontecer hoy y evaluar el estado de la situación, horas antes de que el Magisterio Nacional se lance a un paro de labores por tiempo indefinido.
Reunidos en el comedor de casa de Grynspan, bajo una lámpara de luz tenue, los participantes discutían enfáticamente, a veces entre risas, las medidas que tomarían hoy. Mientras tanto, el rostro de Figueres era alumbrado por la luz que despedía la pantalla de su computadora portátil, en la que anotaba los comentarios de sus colaboradores.
Aunque el Poder Ejecutivo mantendrá disposición a dialogar, expresó Oreamuno, no planteará ninguna oferta adicional a la dirigencia magisterial.
Antes de iniciar la cita de trabajo, y al percatarse de la presencia de un equipo de La Nación, algunos de los asistententes intentaron negar el propósito de fondo del encuentro y dijeron que era una actividad social, para agasajar a Grynspan, quien continúa con una lesión en su pie derecho.
Desde trincheras diferentes
Uno no justifica el llamado a huelga de los educadores; el otro cruza los dedos para que el movimiento tome fuerza.
El ministro de Educación, Eduardo Doryan, y el secretario general de APSE, Mario Mondol, se encuentran en bandos opuestos en el conflicto que mantienen Gobierno y educadores por el tema de las pensiones.
Para Doryan, las reformas al régimen del Magisterio Nacional salvaron las jubilaciones de los maestros y profesores. En cambio, Mondol afirma que los cambios fueron acordados a espaldas de este grupo.
Sus expectativas sobre la huelga que inicia hoy el Magisterio Nacional quedaron registradas en entrevistas que concedieron por separado a La Nación. A continuación un resumen de ellas:
Mario Mondol
"Esta huelga es crucial"
-?Cuál es la expectativa que tienen los dirigentes en torno a esta huelga?
-Aquí estamos frente a una huelga que arrancará con el Magisterio Nacional y que se convertirá, en corto plazo, en una huelga de brazos caídos con la fe de que se produzca un cambio en la conducción de la político-económica del país.
-Pero, ?no les da miedo liderar un movimiento, una huelga que podría no tener ninguna salida?
-El movimiento trasciende la lucha por pensiones; lo que queremos es combatir el nefasto pacto Figueres-Calderón.
Somos conscientes que se pueden dar situaciones sumamente duras, pero en este momento el movimiento sindical ha superado las dos deficiencias que había tenido en el pasado: la desorganización y la ausencia de disciplina.
-?Están seguros del apoyo que tendrán en las bases, sobre todo, tomando en cuenta el raquítico respaldo que han tenido en los últimos movimientos?
-El Magisterio Nacional está unido y la base de las estructuras sindicales también lo están.
-?Cuál es el termómetro que tienen los dirigentes para pensar que realmente cuentan con el respaldo de las bases?
-En las dos encuestas que ha hecho canal 4 sobre la huelga, más del 68 por ciento de los consultados está de acuerdo con este movimiento. A la gente le están tocando los bolsillos, cada día suben los precios de los productos básicos. Ya los salarios no alcanzan y, para peores, recetan un incremento para el sector privado que no compensa el costo de la vida.
-Pero, ?cuál es el respaldo de la bases?
-Vea, tocar las pensiones del Magisterio Nacional es tocarle el corazón a los educadores. Tenemos el respaldo no solo en las bases, sino también en las jefaturas, y eso nos da seguridad. Y espérense a que se les explique a los compañeros que con la nueva ley de pensiones los ajustes se les van a congelar.
-El Gobierno no parece muy preocupado por este movimiento. ?Qué opina de esta apreciación?
-El Gobierno nunca previó el establecimiento de este comité cívico, esta unión sindical que existe ahora, ni el pacto que suscribimos todas las organizaciones para no aceptar negociaciones con un solo sector.