Como quien corteja a la mujer de sus sueños, el Gobierno ha puesto un ramillete de incentivos para convencer a los burócratas de llevarlos hasta el altar de los cambios: una movilidad laboral voluntaria.
Según el ministro de Reforma del Estado, Mario Carvajal, el Gobierno recibió ayer cerca de un centenar de peticiones para aceptar la supresión voluntaria de puestos, aunque declinó especificar en cuáles instituciones.
Sin embargo, se conoció que la promesa de llegar a tener un "matrimonio feliz" ha logrado que hasta ahora 180 empleados que laboran en el Instituto de Desarrollo Agrario (IDA) y el Banco Central se hayan interesado en acogerse a sus prestaciones.
Asimismo, aunque no tiene idea de la cantidad de burócratas interesados, se habla de la seducción que despertó ayer la propuesta en un número importante de empleados del Instituto Nacional de Seguros (INS) y el Sistema Nacional de Radio y Televisión (SINART).
Por el momento, las solicitudes no han sido formalizadas pues no será hasta la próxima semana cuando circule en la dependencias estatales el formulario de inscripción en programa.
Recelo
No obstante, para algunos líderes sindicales que han sufrido más de un divorcio en negociaciones anteriores, las promesas del Carvajal son palabras de conquista que engañan al trabajador.
El Ministro explicó que los funcionarios que soliciten su retiro se les ofrece, además del pago de las prestaciones, el reconocimiento de cuatro meses de servicio adicionales y el rompimiento del tope de la cesantía hasta los 12 años.
De esta forma, si un empleado con un año de trabajo se acoge al plan, recibirá cinco salarios, mientras uno con 12 puede obtener una suma equivalente equivalente a 16 sueldos, que será lo máximo.
"La propuesta es un engaño porque seduce a los trabajadores dándoles plata, pero de ninguna forma se les asegura su futuro. A ahora tienen plata ¿y después?; la empresa privada no tiene posibilidades de absorber la mano de obra", dijo Xiomara Rojas, del Sindicato de Trabajadores Estatales Independientes.
El atractivo que para algunos ha empezado a despertar el paquete gubernamental -negociado el jueves pasado con la Confederación de Trabajadores Rérum Novárum- motivó a los dirigentes del Consejo Permanente de Trabajadores (CPT) a reunirse con el ministro de Trabajo, Farid Ayales, para presentar su propia propuesta y lograr un calendario de estudio de la misma.
Interés latente
El interés por el plan de la movilidad hasta ayer había despertado la curiosidad de 150 trabajadores en el IDA, 200 en el SINART y 30 en el Banco Central.
Esta cifra podría aumentar. "Algunos están esperando que se les dé alguna opción más atractiva para retirarse", dijo Wálter Quesada, secretario del sindicato de trabajadores del IDA.
Ante esto la Rérum Novárum se reunió con otros sindicatos para afinar los incentivos del Estado, entre los cuales figuraban acelerar los trámites de pensiones, eliminación de plazas vacantes, trabajos de medio tiempo y movilizar empleados de una entidad a otra sin dejar el sector público.
-Colaboró en esta información Mauricio Herrera, redactor de La Nación