Seguro, confiado y emocionado fue como llegó el próximo presidente de la República, Luis Guillermo Solís, al Estadio Nacional esta mañana a supervisar los preparativos para el traspaso de poderes que se celebrara mañana a partir de las 10 a. m.
"Solo vine a 'chepear', no a supervisar, la verdad es esa. Confío en mi equipo. Aprecio el trabajo de centenares de personas que han trabajado muchas horas. Ya cuando uno lo ve, parece fácil, pero hay que ver que esto es producto de la dedicación de mucha gente", dijo Solís, quien admitió sentirse emocionado, pero sereno.
El futuro mandatario llegó al Estadio Nacional a eso de las 10:45 a. m. y dijo que esa sería la única visita que haría el día de hoy.
"Le dije a Mercedes (Peñas, su compañera sentimental) que yo quería ver como estaba quedando todo", contó Solís.
Una vez más, el presidente electo posó para fotos y selfies que le pedían sus admiradores, entre ellos, trabajadores de la producción y jóvenes del coro de poesía del Conservatorio Castella.
Estos muchachos sorprendieron al futuro presidente con la declamación del poema Nocturno sin Patria, de Jorge Debravo.
Al finalizar la poesía, Solís agradeció a los jóvenes y dijo que era "muy buena selección".
Antes del mediodía, aproximadamente la mitad de las sillas de la gramilla estaban colocadas y se realizaban pruebas con las pantallas a ambos costados de la tarima.
Mientras tanto, los jóvenes del Castella ensayaban los poemas que serán declamados mañana ante el público que asista a la ceremonia.
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