Mientras se tomaba a sorbos un jarro de café negro en la soda La Eureka, ubicada en el viejo mercado de Heredia centro, el candidato José María Villalta aprovechó para dejar clara su postura con respecto a la religión y el aborto.
El aspirante del Frente Amplio aseguró que, como parte de la campaña sucia en su contra, están vinculando sus luchas sociales con el ateísmo y el ataque a la religión. “Pero yo vengo de una familia donde me inculcaron profundamente los principios cristianos y los pongo en práctica todos los días”, dijo.
La declaración la hizo durante una entrevista ante los micrófonos de Radio Victoria.
Consultado posteriormente si se define como cristiano, aclaró: “bueno, yo no uso ese tipo de etiquetas, pero sí trato de poner en práctica en mi vida los principios cristianos que me inculcó mi familia de amor al prójimo, los mandamientos. Creo que son principios universales, no solo del cristianismo”.
Asimismo, Villalta defendió su apoyo a un Estado laico, de respeto a las distintas creencias religiosas.
También aprovechó el espacio radial para explicar su posición sobre el aborto. “En una nota de hoy (ayer) salen diciendo que hablé de impulsar el aborto y yo nunca dije eso en el debate. Lo que dije es que un gobierno debería promover políticas, por ejemplo, para prevenir que se den abortos. No creo que nadie quiera promover abortos”, aseveró el aspirante a la Presidencia.
Reiteró que sí se debe respetar el derecho de las mujeres embarazadas a interrumpir el embarazo cuando peligro su vida y según los criterios médicos.
Dinero en mano. En su paso por el mercado Villalta recorrió carnicerías, tramos de verduras y sodas donde posó para las fotos, recibió adhesiones y hasta donativos.
Ese fue el caso de Carlos Zamora, un herediano de 75 años que desde hace tres meses sigue a Villalta.
Zamora entró discretamente en la soda, se presentó y le dio un sobre al candidato. “Es un pequeño donativo para que se ayude con algunos gastos”, explicó luego. ¿Y de cuánto es la donación?, le pregunto. Sonrojado, respondió en voz baja: “Son ¢100.000. Fui liberacionista por mucho tiempo y uno se cansa de ver que siguen gobernando para beneficiar a los mismos cuatro gatos de siempre”, reclamó .
Villalta recibió el sobre pero de seguido se lo pasó a un colaborador para que lo llevara a tesorería y pidió anotar los datos del donante.