La Escuela de San Felipe de Alajuelita, con unos 1.100 estudiantes, se propuso ahorrar, al año, 2,5 millones de litros de agua y unos ¢ 2,5 millones por concepto de facturas por el consumo de este líquido.
Eso es posible gracias a un proyecto que permitirá recoger el agua de lluvia para aprovecharla en los inodoros y en las labores de limpieza de esta institución.
Para lograrlo, profesores y alumnos instalaron un equipo de captación con capacidad para unos 5.000 litros de agua llovida, así como tuberías y equipo de bombeo para su transporte y aprovechamiento dentro de las instalaciones.
La iniciativa ambiental está apoyada por Musmanni, unidad de negocio de Florida Ice & Farm Company, y requirió una inversión que supera los $ 30.000.
Como parte del consumo eficiente, también se colocaron 30 grifos de muy bajo consumo, 19 sistemas “inteligentes” de descarga de inodoros (de apenas 3,5 litros por descarga), seis orinales secos (que no consumen agua) y tres inodoros nuevos (de solo 3 litros por descarga).
“El impacto positivo de esta nueva iniciativa trasciende nuestra escuela. Hablamos de 1.100 alumnos y 70 colaboradores, entre docentes y personal administrativo, que podrán llevar esta cultura a sus hogares. Se hará palpable que cada uno de nosotros puede y debe marcar una diferencia en pro de la comunidad”, dijo Guillermo Granados, director de la escuela.
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