La cantidad de lotería no vendida este año fue menor a la del año pasado; en ese sentido no hay mayor preocupación. Estuvimos más ajustados a la cantidad que el mercado estuvo dispuesto a adquirir.
Al final de cuentas nos interesa la venta total en dinero y crecimos un 23,46% con respecto al 2009. No nos interesa vender billetes de lotería, sino billetes de colones.
No necesariamente porque la demanda se comporta en forma inversa al precio. Me preocupan más los años en que no quedó lotería que estos en que se nos quedó.
”En aquellos que no sobró nos queda la inquietud que pudimos haber vendido algo más”.
No, no. En mi caso es diferente. Para garantizarme que el otro año no se me quede producto sería más fácil vender el entero en ¢40.000 en vez de ¢50.000 y sería un éxito en colocación, pero eso significa que mi ingreso bajará.
”No es mi objetivo colocar el 100% de la lotería, sino incrementar la cantidad de recursos que genera para distribuir entre instituciones sociales”.
Eso es justamente el riesgo al cual nos enfrentamos. Si vendimos el 93% de nuestra emisión, la estadística dice que el pago de premios debería andar cercano al 93%, lo que pasa es que podría ser más debido al azar.
Los chanceros son trabajadores independientes, pero muchas veces el consumidor no tiene claro eso, y hay afectación en la imagen de la institución cuando el vendedor de lotería no actúa apegado a la normativa.
Se han visto opciones como, por ejemplo, ofrecer la lotería nacional de forma desmaterializada, eso significa venderla en Internet, pero no se ha tomado la decisión pensando en proteger de alguna manera al vendedor de lotería que podría ver afectada su actividad comercial si se prescinde de él.
”Hay más de 2.000 familias que subsisten con la venta de este juego de azar”.
Hay otras, como hacer emisiones incompletas. Por ejemplo, de las cinco emisiones sacar dos con todos los números (del 00 al 99) y así ofrecer más enteros con números hasta el 40.
Entramos en un ambiente de mayor riesgo, de mayor incertidumbre pues habrá emisiones que salen sin ciertos números y si alguno sale favorecido la Junta solo pagará los que existan; por el contrario, si sale uno de los favoritos (números bajos) el monto que se pagará es mucho más alto.
No está descartado, tenemos que analizarlo más.