Henry Solís
Dir. de Innovación y Eficiencia Energ., CNFL
¿A qué obedece el menor consumo nacional de electricidad en los hogares?
Está en juego todo. La crisis de 2009-2010 que se hizo sentir aquí y la gente se aprieta el bolsillo un poco más. Los ajustes tarifarios también tienen algún efecto en el consumo. También hay un poco más de conciencia porque constantemente se bombardea a la opinión pública con temas ambientales, con un énfasis en cambio climático.
¿Cuánto hemos avanzado en cambio de bombillos por lámparas eficientes. ¿Tendremos un millón de lámparas?
Tenemos que tener mucho más porque mucha gente las está usando regularmente. Nosotros, para prevenir una eventual crisis energética por el atraso en la entrada en operación de la hidroeléctrica Pirrís y disminuir el efecto sobre el medio ambiente, hicimos una donación de 750.000 lámparas en el 2010. Antes se había hecho una campaña de tres lámparas por el precio de dos.
¿Qué sigue después de los fluorescentes compactos?
Esperamos que en dos años las lámparas LED estén compitiendo con las compactas. En ese plazo ya estarían en el mercado a precios asequibles para los estratos más altos y luego para los otros abonados.
¿Es más cara?
Mucho más cara. Una compacta de 75 vatios incandescente puede costarle ¢2.500, mientras una LED le cuesta unos ¢13.000.
¿Es más eficiente?
Claro. Asimismo, dura más, no emite rayos infrarrojos, no tiene metales pesados, no tiene mercurio. A eso vamos.
¿Las familias costarricenses aún pueden ahorrar más?
Creo que sí y lo digo por experiencia personal. Con medidas tan sencillas como poner los frijoles o los garbanzos unas horas en agua antes de cocinarlos, se logran ahorros. Ese reposo los suaviza y baja el tiempo de cocción. Además, es mejor usar olla de presión y un disco más pequeño que la base de la olla. También puede apagar la cocina antes para aprovechar el calor residual. Con esos trucos se logra reducir a la mitad la energía requerida sin mayor problema.