Roberto Thompson, nuevo alcalde de Alajuela, asegura que luchará por recuperar la credibilidad del gobierno local.
Es un trabajo de todos los días, haciendo una política diferente. Se debe estar muy de cerca de la gente y pensar en grande. La ciudadanía está muy apática en relación con la Municipalidad y, evidentemente, ha habido conflictos que han hecho que la gente deje de creer en ella.
Hay tres elementos que requerimos para poder trabajar: primero, orden y ejecución a lo interno, que es uno de los graves problemas.
“Segundo, dinero y recursos, porque el presupuesto financieramente está comprometido. Necesitamos buscar recursos, incluso de fuentes externas.
“Tercero, necesitamos un gran apoyo del Gobierno Central, sobre todo en los temas de infraestructura y obras públicas”.
La seguridad ciudadana a través del fortalecimiento de la Policía Municipal; la atracción de la inversión y la conversión de Alajuela en un cantón universitario.
Le he pedido que se enfoque en los áreas sociales de la Municipalidad. Ella tiene una gran sensibilidad y experiencia y queremos reasumir programas con los temas de indigencia, niñez y vivienda.
Cuenta con mi apoyo total. Es un esfuerzo que se ha venido haciendo con participación de la Municipalidad. Será un insumo importantísimo para desarrollar y las prioridades son muy similares a las que trazamos desde la campaña.
Vamos a revisar muy cuidadosamente el presupuesto municipal. Dependemos de un presupuesto ya aprobado por el Concejo, aunque, por el rezago que tiene el cantón en infraestructura, hay muchos proyectos prioritarios...
”El hecho de que tuviéramos que dedicar los recursos que eran para ese proyecto a la compra de una finca, hace que ya no contemos con esos recursos a corto plazo, pero sí será una prioridad. Habrá que buscar dinero de otras fuentes”.
La Municipalidad tiene alrededor de ¢13.000 millones, pero cerca de los ¢6.000 millones se usan en salarios. Por otro lado, hay dinero que tiene destino específico: lo que se recolecta para la basura, por ejemplo, es únicamente para eso. En ese esquema hay poco margen para invertir en infraestructura.
Se está llevando un proceso de revaloración de las propiedades del cantón, que va a generar recursos adicionales por bienes inmuebles y también tenemos que revisar las patentes.
”Además, debemos insistir en un fondo que este año se agota: el dólar que pagan los viajeros dentro del impuesto de salida del aeropuerto. La ley que creó ese tributo vence este año y hay que trabajar con la Asamblea para renovar el cobro de este tributo porque perder cerca de $2 millones sería un golpe adicional. El reto es grande”.