Las constantes quejas de los usuarios motivaron a la Sutel a medir desde hoy la calidad del servicio celular prestado por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
Las evaluaciones se harán con equipos especializados de la Sutel para medir señal y cobertura de las redes de telefonía móvil.
George Miley, presidente del Consejo de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel), explicó que los controles se realizarán en diversos puntos del país.
Además, abarcarán las tres redes de telefonía móvil que el ICE mantiene en operación: TDMA, GSM y tercera generación (3G).
Con los resultados en mano, la Sutel determinará si corresponde abrir un proceso contra el ICE.
Para ello, la Sutel deberá seguir un trámite que incluye darle la posibilidad de descargo al Instituto.
Miley aseguró que, en caso de determinarse que hay una afectación al usuario, se le pedirá al Instituto resarcir a cada abonado.
Molestia general. Miley informó de que la entidad no ha recibido denuncias concretas por parte de los usuarios, pero sí conoce las recientes fallas en las redes del ICE.
También reconoce que hay un malestar generalizado por las deficiencias en el servicio, tal como lo han revelado los medios de comunicación y las redes sociales como Facebook y Twitter.
Uno de los problemas recientes y comunes es que, a la hora de hacer una llamada, el sistema indica que el número no pertenece a ningún abonado o, simplemente, da error de conexión.
Este jueves, el ICE reconoció nuevas fallas en la red GSM operada por Ericsson de Costa Rica.
Los problemas se dieron entre el miércoles y ayer en la mañana en el sector oeste del área metropolitana de San José y zonas rurales.
Esa misma red colapsó en diciembre dejando a unos 600.000 usuarios sin servicio.
Elbert Durán, vocero de prensa del Instituto, dijo ayer que, además de pedirle acciones correctivas inmediatas a Ericcson, no descartan abrirle un proceso para determinar si la empresa debe pagar multas.
A esto se unen las caídas en la red 3G operada por la firma china Huawei. La afectación más fuerte se dio en octubre, cuando, por accidente, se activó la alarma de incendio y un polvo para apagar el fuego cayó sobre el corazón de la red.