En palabras de Luis Carlos Araya, viceministro de Transporte Aérea, la nueva propuesta para un aeropuerto en la zona sur es “más aterrizada”, más pequeña y más barata.
Lo que los nuevos jerarcas de Aviación Civil impulsan es una nueva pista de aterrizaje de entre 2.400 y 2.600 metros de longitud, con capacidad para atender aviones Boeing 737, Airbus A320 y Embraer 190.
Se construiría en viejas fincas de plátano y banano, entre Sierpe y Palmar de Osa, y tendrá una terminal de pasajeros para atender a 150 personas simultáneamente.
La estimación es que el proyecto completo cueste $42 millones.
De esa manera, Araya descartó la iniciativa que impulsaba la anterior viceministra de Transportes, Viviana Martín, que incluía una pista de 3.500 metros de longitud, con capacidad para recibir vuelos interoceánicos.
Tendría una pista 500 metros más larga que la del Santamaría.
Aunque se trató de una promesa de los gobiernos de Abel Pacheco (2002-2006) y Óscar Arias (2006-2010), nunca se divulgó el valor de este proyecto.
También se descartó otra propuesta que pretendía ampliar la vieja pista de aterrizaje de Palmar sur.
La promesa del Viceministro es que este año se realicen los estudios ambientales, de ruido, arqueología, aves y uso del suelo.
La principal crítica a este proyecto es que está muy cerca de los humedales de Sierpe, y una de las cuatro fincas que se utilizaría tiene antecedentes de inundación.
“Es una porción muy pequeña la que se inunda y solo tenemos referencias de inundación para la tormenta tropical Alma” (mayo del 2008), dijo Araya.
En cuanto a la cercanía con los humedales, Jorge Fernández, director de Aviación Civil, recalcó que ya es una zona intervenida por el hombre.
Hay canales artificiales construidos en la época de las bananeras, todavía opera una camaronera y hay cultivos de arroz, precisó Fernández.
Por ahora, ya se conformó una Unidad Ejecutora del aeropuerto, en la que intervienen Aviación Civil, el Ministerio del Ambiente y Energía, el Instituto de Desarrollo Agrario, el Museo Nacional y el Instituto Nacional de Fomento Cooperativo.
Araya aspira a invertir fondos de Aviación Civil para este proyecto, aunque ya han manifestado interés el Banco Internacional de Costa Rica (Bicsa) y Bancrédito, y dinero disponible del crédito que ya se negocia con el BID.