Tal parece que gran parte del personal de la CCSS halló la cura a sus enfermedades entre junio y julio pasados, pues las incapacidades en esa institución cayeron un 40% de un mes a otro.
Mientras en junio se extendió un total de 13.426 licencias por enfermedad a empleados de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), al mes siguiente solo se otorgaron 8.017 incapacidades (5.409 boletas menos).
Lo ocurrido en el sétimo mes de este año también contrasta con la cantidad de boletas emitidas durante los seis meses anteriores. Por ejemplo, si se comparan las incapacidades de julio con las de marzo pasado (17.495), se evidencia una disminución del 54%. ¿Qué provocó que en julio se diera una caída tan drástica en el número de trabajadores incapacitados en la CCSS?
La respuesta podría estar en el hecho de que, un mes antes, la Procuraduría General de la República emitió un criterio que prohibió a la Caja tomar en cuenta el subsidio pagado a sus empleados por incapacidad para calcular aguinaldos, prestaciones, salario escolar y pensión.
Antes de ese pronunciamiento, cualquier empleado de la Caja que se incapacitaba no solo recibía la totalidad de su salario –beneficio que sigue en pie–, sino que la licencia no afectaba el pago de los otros rubros.
“Parece que nuestros empleados no estaban tan enfermos, vemos que muchos se ‘curaron’ de un pronto a otro”, dijo Ileana Balmaceda Arias, presidenta ejecutiva de la Caja.
Balmaceda reconoció que los datos registrados en julio confirman que en la institución se estaban cometiendo abusos y anomalías con las incapacidades.
Si se compara el total de licencias tramitadas en julio del 2010 (16.961 boletas) con las del mismo mes de este año (8.017), la reducción de incapacidades llegan al 52%.
Para Balmaceda, es claro que hay una relación directa entre la directriz de la Procuraduría y la baja en la cantidad de empleados enfermos que ahora tiene la entidad.
A criterio de Gustavo Picado Chacón, director de la Dirección de Administración y Gestión de Personal, otros elementos han contribuido con esa baja.
Entre ello, citó el informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el cual indica que el gasto por incapacidades es uno de los principales causantes de la crisis financiera de la entidad.
Picado consideró que el anuncio del Ministerio Público de que investigará las incapacidades de la CCSS también pudo haber frenado los actos irregulares.
La Fiscalía comenzó sus investigaciones luego de que este diario revelara que el día que más incapacidades se reportaron en la Caja en el 2010 fue el lunes siguiente a la inauguración del Campeonato Mundial de Futbol, en Sudáfrica.
“También ha ayudado la promulgación del nuevo Reglamento de Incapacidades y algunos cambios importantes en el sistema informático que ha adoptado la institución”, aseveró Picado.
Desde julio, cada Área de Salud debe llevar un control sobre cuál empleado recibe una incapacidad, quién la emitió y quién la autorizó, así como otros datos como total de días en licencias, los diagnósticos de la enfermedad y datos personales del empleado incapacitado.
“Eso nos sirve para hacer un ranquin de cuáles son las Áreas de Salud que extienden más incapacidades, y es allí en donde la Administración hace estudios de por qué una unidad en particular otorga tantas licencias”, explicó el director de Personal de la Caja.
Un nuevo
Pero la Caja se frota las manos porque el ahorro será mayor: se pagarán menos sustituciones de personal, tiempos extraordinarios y disponibilidades.
Ileana Balmaceda sostuvo que con menos personal incapacitado también se verá un impacto positivo en la atención médica. “La Caja es un paciente al que tenemos a dieta”, sentenció la jerarca.