Un caso de aparente tráfico de órganos en el cual aparece vinculada una clínica privada del país, ya está en manos de la Fiscalía desde el 28 de mayo.
El Ministerio de Salud se encargó de presentar la denuncia formal, tras recibir varias pruebas de la organización Council for the International Promotion of Costa Rica Medicine (Promed).
La agrupación fue contactada por entidades y médicos internacionales, los cuales aportaron las declaraciones de los pacientes que se habrían sometido a una operación de trasplante de órgano. Al parecer, estas fuentes especificaron la nacionalidad del donante.
El director de la Contraloría de Servicios del Ministerio de Salud, Francisco Gólcher, explicó que en la denuncia inicial se menciona un aparente caso de venta de órganos y no de donación.
“La denuncia de Promed hablaba de trasplantes irregulares y sobre procedimientos realizados en un centro privado del país”, dijo Gólcher, sin dar más detalles.
La presentación de la denuncia coincide con el reportaje del diario El Universal de México, en el que se señala a Costa Rica como un punto mundial para el tráfico de órganos.
El corresponsal para la región, José Meléndez, contó en ese medio cómo dos israelíes pagaron la suma de $6.000 a un costarricense y a un nicaraguense por sus riñones.
La información agrega que los cuatro se sometieron a la operación en una clínica privada de la capital cuyo nombre no fue revelado.
El director de Promed, Mássimo Manzi, aseguró que encontraron elementos de peso para interponerla denuncia ante Salud.
"Nos pareció algo serio y es un tema que nos venía ocupando y preocupando desde hace dos años. Sin embargo, no hemos escuchado de las redes criminales, que suelen ser el canal entre el paciente, el donante y el centro médico", dijo.
La Nación consultó a la Fiscalía sobre esta denuncia. Sin embargo, la entidad prefirió no dar detalles del proceso judicial, pues aseguraron que el caso es “complicado”.