El Gobierno tiene el pie en el acelerador por el Plan Nacional de Banda Ancha, el cual deberá implementar el país para garantizar el acceso de los ciudadanos a las tecnologías de la información y la comunicación.
Con la apertura celular a punto de materializarse, ahora es la conectividad a Internet el tema que concentra la agenda de la Rectoría de Telecomunicaciones, a cargo de la viceministra Hannia Vega.
De acuerdo con la funcionaria, el paso más inmediato será definir el Plan de Banda Ancha Universal; es decir, cómo llevar a la mayor parte del territorio una conexión básica para Internet.
El Estado debe garantizar la cobertura y llevar Internet a la mayoría de los habitantes para reducir la brecha digital.
El ancho de banda básico no podrá tener una velocidad inferior a los 0,512 Mbps. Así se exigirá a todos aquellos proyectos que desarrolle el Estado.
Vega explicó que el Plan de Banda Ancha Universal incluirá el tipo de tecnologías a utilizar ( inalámbrica, fibra óptica, o cable), el financiamiento y los plazos de ejecución.
La propuesta del Gobierno deberá estar lista en abril.
Se espera que parte de los recursos del Fondo Nacional de Telecomunicaciones (Fonatel) se destinen a estos proyectos que son de carácter universal.
En los próximos meses, Fonatel recibirá $170 millones de las empresas Claro y Telefónica por la concesión de bandas para telefonía celular.
Paralelamente, se está trabajando en levantar un inventario sobre la cantidad de conexiones a Internet activas en el país, tipo de tecnologías disponibles y ancho de banda ofertada.
Estos datos serán claves para definir el Plan Nacional de Banda Ancha (incluye otros rangos de conectividad para hogares, comercios, industrias y corporaciones) que deberá estar finiquitado en diciembre.