Los escolares con sobreedad que integran el programa de Aula Abierta del MEP recibirán ahora clases todos los días y harán las evaluaciones en su propio centro educativo.
Una reforma aprobada el pasado 14 de enero por el Consejo Superior de Educación pretende mejorar la retención de los niños que, por motivos de repitencia o deserción, están atrasados de nivel.
Anteriormente, los menores que cursaban esta modalidad solo recibían clases tres veces por semana y debían hacer pruebas en otro centro educativo, junto con estudiantes jóvenes y adultos.
Según explicó el jerarca del Ministerio de Educación (MEP), Leonardo Garnier, esto implicaba que tomaran pruebas que no estaban diseñadas para niños.
“Los resultados del programa anterior de Aula Abierta eran extremadamente pobres, y realmente lo que hacíamos era expulsar a estos niños del sistema formal”, indicó Garnier.
“Con el nuevo programa, ellos seguirán oficialmente en su escuela en un programa intensivo, diario, con un docente fijo que les permitirá cubrir las asignaturas básicas a un mejor ritmo. Además, serán evaluados por los docentes que les dan clases”, agregó.
La versión remozada del programa lleva por nombre Aula Edad y, según la asesora de Proyectos del MEP, Elsie Campos, mejora la atención para niños que, de por sí, enfrentan condiciones adversas.
“Por lo general, los niños que están con alguna dificultad en los centros educativos es por razones migratorias, económicas y sociales”, dijo Campos.
“Los chicos estaban desertando porque sentían que era una oportunidad a medias: hacían las pruebas en otro lugar y con adultos. Más del 50% de ellos perdían los exámenes”, agregó.
¿Cómo funciona? El Aula Edad se implementará a partir de este año en más de 200 primarias del país. Son elegibles los niños de entre 10 y 15 años que tengan una sobreedad suficiente.
En los aulas de nivelación, los estudiantes pueden llegar a cursar hasta seis niveles en apenas tres años, ya que se cubre una año lectivo por semestre.
Por ejemplo, un niño que ingrese a primer grado con 10 años abarcaría primer y segundo grados con esa edad, tercero y cuarto con 11 años, y podría reintegrarse al aula regular para llevar quinto con 12.
Además de permitirles a los menores seguir siendo parte de la institución, el nuevo programa también abre la posibilidad de recibir asignaturas complementarias como inglés y educación física.
Asimismo, los escolares pueden graduarse de su institución.
Para el próximo curso lectivo, que se iniciará el 6 de febrero, están matriculados 4.131 alumnos, que serán atendidos por 205 docentes.
Alexánder Ovares, presidente de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), indicó que aún están estudiando las modificaciones.
No obstante, algunos directores de escuela consultados opinaron que el cambio sería beneficioso para los alumnos.
“Había mucho desorden, no recibían la cantidad de lecciones que requerían. Ahora se van a a sentir parte de la institución”, aseguró Francisco Corella, director de la Escuela Daniel Oduber, en Villa Esperanza, Pavas.
Por su parte, Gabriela Calderón, del Oratorio Don Bosco, en San José, aseguró que el sistema nuevo les ayudaría a los alumnos a desenvolverse mejor.