Washington. EFE y AP. El mundo enfrenta hoy una arremetida del terrorismo internacional, que recurre a “técnicas más agresivas en sus ataques”, hecho que se ve favorecido por la situación de “Estados débiles y fallidos” lo cual permite el auge de la “violencia radical y extremista”.
La advertencia es parte del informe anual sobre terrorismo del Departamento de Estado norteamericano, dado a conocer ayer viernes.
En el 2014, el mundo fue escenario de un notorio aumento de la violencia por terrorismo. Casi 33.000 personas murieron, en comparación con las poco más de 18.000 fallecidas en el 2013.
Lo anterior, como consecuencia de un incremento en los ataques, que pasaron de casi 10.000 en el 2013 a alrededor de 13.500 el año siguiente.
El documento también dedicó un aparte a Latinoamérica.
Colombia experimentó un descenso en la actividad terrorista el año anterior y las principales amenazas eran las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional.
Estados Unidos no ha podido confirmar la presencia de células operacionales de al-Qaeda o Hezbolá en la región, pero sí la existencia de “simpatizantes ideológicos” que dan apoyo “financiero y moral” a esos y otros grupos terroristas.
”Hay informes creíbles” de que Venezuela mantuvo en el 2014 “un ambiente permisivo al apoyo a actividades que beneficiaron a grupos terroristas”.
Cuba le ha dado garantías a Estados Unidos de que no facilitará el terrorismo internacional y no apoyará a las FARC ni al grupo separatista vasco ETA.
“Cuba ha dado pasos para distanciarse por completo del terrorismo internacional y para reforzar las leyes antiterroristas”, agregó.
Arremetida del terrorismo. El informe puso de relieve, entre otras cosas, las ganancias de territorio del Estado Islámico (EI) en Siria e Irak, y en menor cuantía en Libia, situación que calificó como “sin precedentes”.
El EI y grupos afiliados a esa ideología extremista, como la secta radical islámica nigeriana Boko Haram , están tomando el relevo como gran amenaza terrorista internacional a al-Qaeda, “cuyo liderazgo central se ha visto debilitado”, no obstante servir de inspiración para grupos en el Magreb, Yemen o Somalia, según Estados Unidos.
“Pese a la fragmentación de al- Qaeda y sus afiliados, los Estados débiles y fallidos han servido de entorno viable para el aumento de violencia radical y extremista, especialmente en Yemen, Siria, Libia, Nigeria e Irak”, puntualizó el informe.
Los yihadistas del EI se han hecho también fuertes en Libia, donde controlan la ciudad de Sirte, y han conseguido la vinculación de grupos como Boko Haram, que ha llevado a cabo matanzas en masa y ha extendido su modus operandi especialmente cruel a África occidental.
“Continuando con la tendencia del pasado año, los grupos terroristas están empleando técnicas más agresivas en sus ataques” , algo que en el caso del Estado Islámico incluye la represión de minorías y comunidades las cuales son víctimas de decapitaciones y crucifixiones.
La guerra de Siria es el semillero del EI, que, pese a los ataques de una coalición internacional liderada por Estados Unidos desde el pasado verano y el refuerzo de los ejércitos iraquí y kurdo, sigue manteniendo su fuerza.
En ese vacío de poder sirio, la agrupación ultrarradical sunita se ha nutrido con más de 16.000 combatientes procedentes de 90 países, un nivel de reclutamiento radical que no se veía desde hace 20 años, según el legajo.
Además, el EI muestra una sofisticación sin precedentes a la hora de hacer propaganda y reclutar personas por redes sociales e Internet, lo que incide en una mayor amenaza de “lobos solitarios” (terroristas que actúan por cuenta propia) en Occidente.
Entre el 2013 y el 2014 se registró un aumento en secuestros, que se atribuye principalmente a los notorios incrementos por parte de grupos terroristas en Siria, sobre todo el EI y el Frente al-Nusra , vinculado con al-Qaeda. En Nigeria, Boko Haram fue responsable de la mayoría, si no es que todos, los 1.300 secuestros de ese país el año anterior.