Tegucigalpa. (AFP). Un guardia murió y cuatro resultaron heridos este domingo al ser emboscados en un vehículo en el valle del Aguán, 600 km al noreste de la capital hondureña, escenario de enfrentamientos por la tierra entre campesinos y latifundistas, denunció un portavoz de los agroindustriales.
"En la mañana de hoy estaban llevando en un carro a un grupo de guardias a hacer un relevo en la finca Paso Aguán y fueron emboscados, atacados con armas pesadas, cinco resultaron heridos y uno de ellos murió más tarde en el hospital", relató a la AFP el portavoz de la empresa procesadora de aceite de palma africana, Róger Pineda.
"Esta gente está peleando con bala viva", sentenció, responsabilizando así a los miembros de las organizaciones campesinas que luchan por la tierra con los latifundistas en ese fértil valle del noreste de Honduras.
Pineda explicó que la finca Paso Aguán había sido ocupada por campesinos el 4 de junio del 2010 y fue "recuperada" con la ayuda de militares y policías hace una semana.
"Esta es obra de la inteligencia de los militares y ya lo habíamos advertido que iban a hacer cualquier cosa para criminalizar la lucha nuestra, que es pacífica y no tenemos nada que ver en eso" del ataque, afirmó por su parte a la AFP Yoni Rivas, uno de los altos dirigentes de las organizaciones campesinas.
El conflicto que ya ha dejado alrededor de 100 muertos, incluyendo 17 empleados de los terratenientes y campesinos, se desató en enero de 2010, luego que un mes antes más de 5.000 campesinos ocuparan 7.000 hectáreas de tierra propiedad de terratenientes.
Los campesinos sostienen que esas tierras les pertenecen desde que en la década de 1980 les fueron entregadas en el marco de una reforma agraria.
En 1992, una ley permitió que esas parcelas fueran vendidas, y algunos dirigentes de los agricultores, a espaldas de sus bases, las cedieron a precios bajos a los terratenientes.
En agosto, el gobierno ordenó un despliegue de militares reforzando a la Policía de la zona para que hicieran un "desarme general", pero por el momento las muertes siguen y los campesinos sostienen que soldados y policías han tomado parte junto a los terratenientes.