Maliki exhortó a los religiosos, periodistas y a todos los que se preocupan por el país “a tomar la iniciativa, a no permanecer silenciosos frente a quienes quieren volver a llevar al país a la guerra civil confesional”, según afirmó en la televisión pública.
Al menos 140 personas murieron desde el martes en Irak , la mayoría de ellas en disturbios relacionados con las manifestaciones de suníes contra Maliki, de confesión chií.
Además, un grupo armado tomó el control de una ciudad al norte de Bagdad, agravando la crisis política.