Cinco agentes de inteligencia venezolanos detenidos por supuestos vínculos con la muerte de dos manifestantes

Cinco agentes del servicio de inteligencia venezolano fueron detenidos por sus presuntos vínculos con la muerte de dos manifestantes tras las protestas opositoras del 12 de febrero en Caracas, elevando a 14 los efectivos presos por diversos casos, informó este miércoles el Ministerio Público.

"El Ministerio Público logró privativa de libertad para cinco funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) por su presunta vinculación con la muerte de Bassil Da Costa y Juan Montoya" en el centro de Caracas durante disturbios luego de una manifestación opositora, informó el organismo en un comunicado.

El lunes, el Ministerio Público anunció la detención de nueve efectivos de las fuerzas del orden por su participación en las manifestaciones, entre ellos tres miembros del Sebin que dispararon sus armas durante los disturbios.

Da Costa era un estudiante que acudió a la protesta opositora y Montoya era miembro de una organización simpatizante del chavismo.

A los cinco funcionarios, en prisión preventiva desde el 24 de febrero, se les imputa, entre otros cargos, los delitos de homicidio calificado con alevosía, uso indebido de arma orgánica, asociación para delinquir y obstaculización a la administración de justicia a favor de un grupo de delincuencia organizada, detalló el documento.

El 12 de febrero, estudiantes y dirigentes opositores marcharon a la sede de la Fiscalía para exigir la liberación de jóvenes detenidos tras las protestas iniciadas el 4 de febrero en el estado Táchira (oeste), luego del intento de violación y robo a una universitaria.

A partir de esa fecha, las manifestaciones se expandieron a Caracas y otras ciudades del país, que al anochecer derivaban en disturbios y choques entre grupos armados ilegales, jóvenes y unidades antimotines.

Aunque en los últimos días han bajado de intensidad, las protestas han dejado al menos 14 muertos y más de un centenar de heridos. Los manifestantes rechazan la inseguridad, la crisis económica, la escasez de alimentos y la represión contra estudiantes.