Ciudad del Vaticano. AFP. El papa Francisco abordó con el presidente estadounidense, Barack Obama, temas como el aborto, anticonceptivos y bioética , en una reunión en el Vaticano en la que hubo divergencias, pero un acuerdo para luchar contra el tráfico de seres humanos en el mundo.
Ambos dignatarios acordaron “erradicar el tráfico de seres humanos en el mundo”, fenómeno que afecta gravemente a cientos de centroamericanos y suramericanos que entran ilegalmente a ese país.
La intensa jornada del mandatario estadounidense en Roma, donde permanecerá en total unas 40 horas, empezó ayer con una audiencia privada en el Vaticano con el primer papa de América.
Una breve nota divulgada por la oficina de prensa del Vaticano al término del encuentro, informó de que los dos líderes, en un clima “cordial”, abordaron temas polémicos para las relaciones entre el gobierno democrático de Obama y la jerarquía de la Iglesia católica.
Entre esos asuntos delicados figura el derecho de los católicos “a la objeción de conciencia” en casos de aborto y anticonceptivos, lo que suscita enfrentamientos con los movimientos católicos que se califican como ultraconservadores.
La reforma de salud de Obama incluye el reembolso para los empleados de gastos para la contracepción y la píldora abortiva.
Diálogo. La introducción de esos derechos por parte de Obama tensaron las relaciones con la jerarquía de la Iglesia, pero la llegada hace un año del papa Francisco, con quien coincide en temas como inclusión social y desigualdad, podría cambiar los equilibrios.
“Le prometí mantener el diálogo con la conferencia episcopal para estar seguro de llegar a un buen equilibrio”, expresó Obama durante una conferencia de prensa.
Obama fue recibido según el tradicional protocolo vaticano por el Pontífice argentino en su estudio privado, en el segundo piso del palacio apostólico, donde permaneció 50 minutos, una duración excepcional que refleja la importancia concedida al encuentro.
“Soy un gran admirador suyo”, le dijo Obama en inglés al saludar a Francisco con una sonrisa radiante, mientras el Papa parecía más apegado a la formalidad.
El fenómeno de la migración ilegal en Estados Unidos, que afecta a unos 11 millones de personas, numerosos de ellos latinoamericanos, también fue abordado durante la reunión que ambos jefes de Estado mantuvieron a solas.