El papa firmó este jueves un decreto que endurece las sanciones penales contra los abusos a menores en la Santa Sede y en la curia (el gobierno del Vaticano), por lo tanto contra los delitos de pederastia y la prostitución de menores.
Este texto, que introduce asimismo en las leyes vaticanas el delito de tortura, incluye "el conjunto de la categoría de los delitos contra los menores: la venta, prostitución, alistamiento y violencia sexual contra ellos, la pedopornografía, la posesión de material pedopornográfico y los actos sexuales con menores".