Bangkok. EFE. La Junta Militar de Tailandia afianzó ayer su poder con más destituciones de mandos policiales, amenazas a la prensa y nuevas purgas de críticos, mientras siguen las protestas ciudadanas para exigir el restablecimiento de la democracia.
Ocho personas más tuvieron que presentarse ante los militares en una base de Bangkok a requerimiento de la Junta Militar que de esta manera en los últimos tres días detuvo a cerca de 200 políticos, activistas y periodistas.
Uno de ellos fue el reportero del diario The Nation , Pravit Rojanaphruk, autor de un editorial crítico con el golpe de Estado, que acudió a la base militar con la boca tapada con esparadrapo en señal de protesta.
“De camino a ver al nuevo dictador de Tailandia. Espero que sea el último (...). Podrán detenerme, pero no encarcelar mi conciencia”, manifestó el periodista antes de entregarse.
Estos reclamos comenzaron el viernes cuando el Ejército retuvo a la ex primera ministra, Yingluck Shinawatra, y a otros líderes en las bases militares.
Liberados. Ayer fuentes de la cadena CNN informaron de que los militares de Tailandia liberaron a Shinawatra y a otros dirigentes.
“Ni están encadenados ni han sido torturados. Estamos tratando a todos con honor (...). Les hemos informado de la necesidad de que cooperen para ayudar a resolver los problemas del país”, dijo el portavoz del Ejército, Winthai Suwaree.
Además de las detenciones, los militares también derogaron la Constitución y crearon un nuevo gobierno, formado por generales, que pretende realizar reformas políticas sin que de momento hayan puesto un plazo para devolver el poder a un gobierno civil.
Asimismo, la Junta Militar intensificó la presión sobre los medios de comunicación luego de convocar a 18 directores de periódicos a una reunión, mientras varias radios y televisiones siguen con las emisiones cortadas.
También amenazó a los usuarios de redes sociales con consecuencias penales por publicar noticias que inciten a la agitación o causen confusión al público.
Protestas. Mientras tanto, grupos de ciudadanos retomaron las manifestaciones contra el golpe de Estado, pese a la prohibición impuesta por la Junta Militar, que advirtió de que en las actuales circunstancias no se pueden aplicar los principios democráticos normales.
Pese al despliegue de soldados armados, varios centenares de personas se concentraron en el centro de Bangkok, donde mostraron pancartas con lemas como “No al golpe”, “Queremos democracia” y “No a la dictadura”.
Incluso, pidieron elecciones y volvieron a abuchear y a encarar a los soldados con los que mantuvieron algunos forcejeos.
En los dos días anteriores cientos de personas se manifestaron en favor de la democracia.
Los militares tailandeses protagonizaron 19 intentos de golpe de Estado, de los cuales 12 se consumaron con éxito, desde 1932.