Abuya
Los nigerianos, que votaron en masa el pasado fin de semana, esperaban el lunes a conocer el resultado de unas elecciones presidenciales muy reñidas, cuyos primeros resultados publicados no dejan adivinar si el ganador será el presidente saliente, Goodluck Jonathan, o su principal rival, Muhamadu Buhari.
Según los primeros resultados en ocho de los 36 estados nigerianos y en la capital federal, anunciados el lunes por la tarde por delegados de la Comisión electoral independiente (INEC), Buhari ha vencido en cinco estados y Jonathan, en los tres restantes así como en la capital federal.
El presidente saliente tiene una ligera ventaja en número de sufragios (menos de 20.000, por el momento).
En Nigeria , el vencedor debe obtener la mayoría de votos emitidos, al menos el 25% de votos en dos tercios de los 36 estados de la federación a los cuales se añade el territorio de la capital federal, Abuja.
Pero Washington y Londres mencionaron cierta preocupación por "posibles interferencias políticas" en el recuento de los votos.
Al margen de las negociaciones sobre el programa nuclear iraní en Suiza, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y su homólogo británico, Philip Hammond, afirmaron que si bien no se apreciaba una "manipulación sistemática del proceso" electoral en Nigeria , sí existían "indicaciones preocupantes de que el proceso de recuento de los votos fuera sujeto de interferencias políticas deliberadas".
Esos temores no tienen "fundamento" y no hay "ninguna prueba de interferencia política", respondió rápidamente la INEC de Nigeria .
No existe "ningún indicio (de interferencia) en el cuartel general (de la INEC), sino a nivel regional", matizó la secretaria de Estado adjunta estadounidense para África, Linda Thomas-Greenfield.
Frente al riesgo de violencia poselectoral, la Unión Africana (UA) llamó, en un comunicado, a recurrir "a los medios legales existentes en caso de que haya contestación de los resultados" de esas elecciones, que según el organismo, respetaron "los principios continentales de elecciones democráticas".
Los comicios presidenciales más reñidos desde el fin de las dictaduras presidenciales en 1999 oponían al presidente saliente Goodluck Jonathan, de 57 años, y a Muhamadu Buhari, de 72, candidato del Congreso progresista (APC).
Se teme que haya nuevos altercados cuando se anuncien los resultados. Los primeros incidentes ya se produjeron el domingo en Port-Harcourt, capital del Estado petrolífero de Rivers (sur) protagonizada por partidarios de Jonathan; el presidente de la INEC, Attahiru Jega, prometió examinar todas las quejas y pidió calma.
En Kaduna, gran ciudad del centro del país y una de las que más sufrió la violencia interconfesional en 2011, "había miedo" a que la matanza de cristianos que se produjo cuando Buhari declaró su derrota frente a Jonathan hace cuatro años se repita.
En el noreste, la región más golpeada por el grupo Boko Haram, el ejército lanzó el domingo ataques aéreos y una operación terrestre contra los insurgentes cerca de la ciudad de Bachi e instauró un toque de queda ilimitado en esa ciudad y otros dos distritos del Estado.
El jefe del grupo islamista, Abubakar Shekau, había prometido perturbar los comicios y sus combatientes lanzaron varios ataques sin conseguir impedir que la gente acudiera a votar.